Puede que hayas escuchado a alguna embarazada hablar de la ecografía Doppler pero no sepas muy bien de qué se trata. En este post te contamos en qué consiste esta tecnología tan útil para los controles durante la gestación y qué información puede dar al especialista.
¿En qué consiste una ecografía Doppler?
Se trata de una forma de evaluación ultrasónica a color que permite detectar el flujo de los vasos sanguíneos del feto y del útero, además de las estructuras cercana como la placenta o el cordón umbilical.
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¿Cuál es el origen de esta prueba?
El efecto que se consigue con esta ecografía especializada fue descrito por el físico austríaco Christian Andreas Doppler en 1842 cuando realizó un cambio de frecuencias en la transmisión del sonido cuando existen movimientos entre la fuente emisora y el receptor.
Su aplicación a nivel médico consiste en la posibilidad de registrar el cambio de frecuencia que se da cuando se analiza el movimiento de la sangre en el interior de un vaso sanguíneo. A finales de 1950 se empezó a utilizar esta tecnología para registrar los movimientos de las válvulas cardíacas, y en obstetricia, a partir de 1964 para identificar los latidos del feto.
¿Qué información proporciona?
La capacidad de la ecografía Doppler de registrar el flujo en las arterias uterinas permite detectar patologías y problemas como:
- Si hay preeclampsia o riesgo de que pueda haberla.
- Si el crecimiento intrauterino del feto deficiente. En este post te contamos más sobre cómo se alimenta el feto en el útero.
- Si hay desprendimiento de placenta.
- Si el feto presenta alguna anomalía cardíaca o en los vasos sanguíneos.
- Si el feto tiene dificultades para recibir el oxígeno que necesita.
- Si hay sospecha de cualquier tipo de malformación congénita.
¿En qué casos se realiza y cuándo?
Teniendo en cuenta la valiosa información que proporciona a los médicos, la ecografía Doppler se realiza generalmente a mujeres que presentan problemas como diabetes, preeclampsia, hipertensión, anomalías en la placenta o si la madre es Rh negativo.
También en los casos en los que el bebé no crezca al ritmo esperado o se le haya detectado alguna malformación congénita.
Aunque puede realizarse desde la semana 12, lo habitual es hacerla a partir de la semana 20 y hasta el final del embarazo si existe algún problema. En algunos centros privados también hacen ecografías Doppler a partir de la semana 32 aunque no exista sospecha de ninguna alteración.
¿Qué se siente con una ecografía Doppler?
Pese a ser una ecografía especializada, lo cierto es que, a nivel práctico, no hay ninguna diferencia respecto a cualquier otra ecografía. Para poder realizarla, únicamente es necesario que la madre se tumbe cómodamente en la camilla y que el bebé esté lo más en reposo posible.
Si te has preguntado alguna vez si las ecografías pueden resultar perjudiciales para el bebé, en este post te lo contamos.
La interpretación de los resultados
Para que este tipo de ultrasonido sea realmente útil a nivel médico, no sólo es importante disponer de la tecnología adecuada, sino que el profesional sanitario encargado de realizar la prueba tenga los conocimientos adecuados sobre los principios físicos y la instrumentación necesaria para poder interpretar correctamente la información que proporciona.
Como ves, la ecografía Doppler es resultado de la unión entre tecnología e investigación, y una ayuda inestimable para los profesionales médicos que pueden hacer mejores diagnósticos, aumentar los controles y aplicar tratamientos más idóneos ante los diferentes problemas que pueden surgir en un embarazo.
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