Con el envejecimiento de la población y el aumento de personas mayores en nuestra sociedad, es necesario buscar recursos y servicios que garanticen la seguridad y la calidad de vida de este colectivo. La teleasistencia es una de las soluciones más implantadas actualmente para la ayuda y el cuidado de ancianos, por eso queremos hablarte más de ella en este post.
¿Qué es la teleasistencia domiciliaria?
Se trata de un servicio de atención a personas mayores, discapacitadas o con un alto grado de dependencia, que permite la activación de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de la persona, o la actuación inmediata en casos de emergencia.
Se emplean diferentes sistemas para la activación de la alarma, pero el más común es el del control remoto como colgante o pulsera. Al presionarlo, el usuario se conecta directamente con el centro de asistencia y puede solicitar ayuda. Para disponer de este servicio es necesario realizar una pequeña instalación.
El objetivo de la teleasistencia es mejorar la calidad de vida de las personas que usen este servicio y, a la vez, puedan mantener durante más tiempo su independencia de manera segura.
Tipos de teleasistencia
La teleasistencia se puede clasificar de diferentes maneras:
Según el sistema con el que acciona:
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Activos. La alarma se activa al presionar un botón del control remoto proporcionado a la persona para que ésta pueda moverse libremente. Actualmente también es posible la activación a través del teléfono móvil.
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Pasivos. En este caso la alarma salta cuando no se realiza una determinada acción en un periodo de tiempo. Para comprobar esto se usan sensores de movimiento.
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Semiactivos. El centro encargado de prestar el servicio se encarga de contactar con el usuario en horas ya preestablecidas. Esta llamada de comprobación puede ser simplemente para confirmar que la persona está bien, pero también para hacer un seguimiento tras haber sufrido un problema de salud, para recordar citas o eventos o para recordarle que debe tomarse la medicación.
Según la respuesta a la llamada:
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Sin unidad móvil. El usuario realiza la llamada y desde el centro de teleasistencia, y teniendo en cuenta el tipo de emergencia, se activan los recursos necesarios; desde llamar a sus familiares, a avisar a la policía, los bomberos, etc.
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Con unidad móvil. Las empresas u organización que prestan este tipo de servicios disponen de las llaves de los usuarios, por lo que, si surge un problema, un miembro del equipo puede desplazarse al domicilio y ayudarle en lo que necesite.
Según los canales empleados:
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A través de dispositivos. El teléfono fijo, el móvil, el ordenador o la televisión, cualquier método de conexión es válido para conectar con el centro de asistencia.
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Televigilancia. Existe la posibilidad de controlar visualmente la seguridad de los usuarios a través de cámaras de vigilancia, bien sea por la familia y/o por el centro asistencial.
Según la asistencia proporcionada:
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Urgencias vitales. Casos de emergencia en los que el usuario necesite asistencia inmediata y urgente.
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Necesidades no urgentes. Cuando el usuario precisa atención, pero no se trata de algo crítico como en casos de soledad o necesidad de información.
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Control de la actividad. A través de sistemas de sensores colocados por la casa, se comprueba que no deja de realizar las actividades diarias, que no hay salidas o entradas del domicilio inesperadas, caídas, etc.
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Mensajería. Se establece comunicación a través de mensajes entre el centro, el usuario y/o la familia para informar sobre citas médicas, medicación, peticiones de localización, etc.
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Control de los servicios del hogar. Se puede establecer un servicio de detección de emergencias técnicas como una fuga de gas.
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Telemedicina. Para proporcionar este servicio es necesario el personal médico sanitario necesario que pueda realizar seguimiento de pacientes crónicos o incluso diagnosticar vía online con acceso al historial clínico del usuario y otros materiales necesarios.
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Otros servicios. La teleasistencia puede complementarse llevando la compra a domicilio, la medicación, u otros productos de farmacia, o la comida preparada para todo el día.
Beneficios de la teleasistencia domiciliaria
Estas son las ventajas de disponer de este servicio en el hogar:
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Reduce la sensación de aislamiento.
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Aporta seguridad a personas dependientes o con movilidad reducida.
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Favorece la atención y el seguimiento médico de los usuarios.
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Ayuda a mantener y mejorar la calidad de vida.
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Aquellas personas que quieren seguir viviendo solas y en su casa, pueden hacerlo durante más tiempo sin correr riesgos.
Como ves, la teleasistencia domiciliaria es una de las mejores respuestas a la situación de soledad y desprotección que muchas personas mayores viven en su día a día.
Etapa vital
Referencias
- Martínez, Alicia. TELEASISTENCIA: ¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Cómo contratarlo? Fundación Alzheimer España. FAE. Recuperado de: http://www.alzfae.org/fundacion/459
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