Cuando llegamos a la tercera edad, es muy frecuente no ser amante de los cambios. Una vida calmada, estable y segura suele ser la opción favorita de las personas mayores. En esta etapa, hay veces que se requiere ayuda externa para mantener una buena calidad de vida. Es este momento en el que tanto el mayor o la mayor como la familia se plantean si contratar cuidados a domicilio o plantearse una residencia. Hay que evaluar bien la situación para tomar la decisión con la que uno se sienta mejor. Aun así, en la mayoría de los casos una persona cuidadora en el hogar suele ser la mejor opción; sobre todo si el adulto mayor no requiere de cuidados muy específicos y las residencias suelen ser más adecuadas en casos de enfermedades muy avanzadas o imposibilidad de adaptar el hogar a las necesidades de la persona.
Ventajas de recibir cuidados a domicilio
Muchas personas mayores no quieren dejar su entorno cuando pierden su autonomía. Gracias a los cuidados a domicilio, se pueden respetar sus deseos sin comprometer su bienestar. Envejecer en casa tiene grandes ventajas para las personas mayores, pero también para su familia.
Facilidad para visitar a la persona mayor
Al seguir viviendo en su hogar, no hay una restricción horaria de visitas, por lo que la familia puede ir en cualquier momento. Además, no es necesario avisar con antelación, como está sucediendo actualmente en las residencias debido a la Covid-19.
Se tiene mayor intimidad
Esto es positivo para la persona mayor porque mantienen su espacio tal y como quieren y nadie invade su privacidad. A medida que nos hacemos mayores, cada vez valoramos más este aspecto. Pero también es una ventaja para la familia, ya que sus visitas se harán en un espacio íntimo y privado.
Se mantiene la libertad e independencia
La persona mayor vive en su hogar, en su espacio, por lo que tiene libertad en todo momento. Se conoce cada rincón, no pierde la orientación y puede mantener más fácilmente su nivel de autonomía. Al fin y al cabo, se trata de su propia casa, donde uno se siente más a gusto, más uno mismo, en paz y tranquilidad. Es donde puede desarrollarse mejor como persona y donde puede abrirse cómodamente con quienes ama.
La persona mayor puede mantener su rutina y horarios
En edades avanzadas se suele tener una rutina bastante marcada, tanto de horarios como de actividades. En el hogar, el cuidador/a se centra exclusivamente en esa persona mayor, por lo que se respetan sus rutinas en todo momento, pero también se puede tiene la ventaja de poderse adaptar a algún cambio horario puntual, es decir, que con el cuidador hay una máxima flexibilidad y adaptación a las necesidades del adulto mayor. Al envejecer en el hogar, los cuidados se adaptan a la vida de la persona mayor, no al revés.
El cuidador/a se centra en el cuidado en exclusivo de una sola persona
Al focalizar todo su trabajo en una sola persona, los cuidadores y cuidadoras pueden mejorar el bienestar de ésta persona dependiente mucho mejor que si tuviese varias personas a su cargo. A esto se le debe sumar la disponibilidad de atenderla en cualquier momento y de estar pendiente de cualquier emergencia y situación complicada.
Vínculo efectivo entre la persona mayor y la cuidadora
Al centrarse exclusivamente en una persona mayor, y si la selección de la persona cuidadora es buena, la cuidadora y la persona dependiente pueden crear un fuerte y bonito vínculo que va más allá de las curas y los cuidados en general, muchas veces evoluciona a una amistad. Esto es muy importante para los mayores, ya que en muchas ocasiones se pueden llegar a sentir solas al no poder recibir todas las visitas que desearían o al no tener a nadie cercano. La cuidadora o cuidador llega a ser un gran apoyo para ella.
Menor coste
En general, las residencias tienen un precio superior a los cuidados a domicilio, por lo que envejecer en casa suele resultar más económico.
Menos traslados
Cuando se llega a la vejez, a los adultos mayores se les hace cuesta arriba cualquier cambio; esto les conlleva a situaciones incómodas con aparición de ansiedad, tensión… Uno de los mayores cambios que genera más estrés en la persona, sea mayor o no, es cambiar de domicilio o trasladarse a un sitio totalmente nuevo. Por eso, minimizar estos cambios es importante para mantener su bienestar mental. Envejecer en el hogar es una de las claves en este aspecto.
Vacaciones de verano con personas dependientes
En ocasiones puntuales como puede ser las épocas vacacionales, pueden suponer un problema para las familias con personas dependientes. Sin embargo, hay soluciones para poder compaginar unas vacaciones tranquilas sin prescindir de la atención a los familiares dependientes. Irse de vacaciones y los cuidados a domicilio son 100% compatibles. Cabe tener en mente la posibilidad de que la persona dependiente pueda irse de viaje con la familia, solo se debe adaptar el plan a ellas y sus necesidades. Pero esto a veces no resulta sencillo o posible, por lo que los cuidados en el domicilio habitual son una gran solución para que la familia pueda disfrutar de unos días de descanso sabiendo que su ser querido está bien atendido.
Las empresas de cuidados a domicilio como Cuideo se esfuerzan por ponérselo fácil a las familias durante la época estival y están preparadas para atender las solicitudes de familias que buscan un cuidador o cuidadora de manera puntual.
El verano también suele ser una época clave para que las personas que trabajan cuidando personas dependientes disfruten de sus propias vacaciones. Por ello, Cuideo incluye en sus servicios de manera gratuita la búsqueda de un cuidador de sustitución cuando el habitual está de vacaciones.
Mejora de la seguridad con servicios de teleasistencia con geolocalización
Para mejorar aún más su seguridad y la tranquilidad de la familia, es recomendable contratar un servicio de teleasistencia con GPS. Esto es útil tanto si se va de vacaciones con la persona dependiente como si no. De servicios con estas características no hay muchos actualmente, pero uno que cumple todos los requisitos es Cuideo Asist. Además de la geolocalización y de actuar ante emergencias con un protocolo las 24h, se puede conectar con asistencia psicológica y personal sanitario para hacer consultas en cualquier momento.
Tener un servicio de teleasistencia de estas características fomenta la libertad e independencia de la persona dependiente sin comprometer su seguridad.
Tal y como recomienda los psicólogos, es importante intentar respetar en todo momento los deseos de las personas mayores. Si estos mantienen sus capacidades cognitivas y no les dejamos decidir, puede verse muy afectada su autoestima e incluso la relación con sus familiares. Si, de lo contrario, no las mantiene, la familia es quien debe tomar la decisión; aun así, se debe tener en cuenta que en el fondo la persona dependiente puede tener una preferencia y en caso de haberla expresado con anterioridad, es mejor respetarla lo máximo posible.
Etapa vital
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