Con el paso de los años se pierden capacidades físicas, pero también cognitivas. En este post queremos explicarte un poco mejor cómo es este proceso y de qué manera se puede contrarrestar este deterioro con ejercicios para la memoria y de estimulación cognitiva.
El envejecimiento
Es el proceso gradual irreversible mediante el cual el organismo va experimentando una disminución de su capacidades y funciones biológicas. La inmunidad se reduce, se pierde fuerza muscular, la memoria y la capacidad cognitiva disminuyen, el cabello pierde su color y la piel su elasticidad.
Declive cognitivo
El deterioro cognitivo es propio del proceso normal de envejecimiento y afecta a la capacidad de aprendizaje, a la memoria, al rendimiento motor y al proceso de información. Así es como se manifiesta:
- Con una pérdida de vocabulario.
- Con dificultad para razonar y entender procesos lógicos.
- Con una pérdida de memoria a corto y largo plazo.
- Con dificultad para mantener la atención.
- En algunos casos, con cambios repentinos de carácter.
- Con problemas para retener y procesar nueva información.
Si no existe ninguna patología que acelere este proceso de declive intelectual, es posible contrarrestar sus efectos gracias a la gran plasticidad del cerebro, que puede mejorar sus habilidades gracias a un entrenamiento cognitivo.
¿Qué es la estimulación cognitiva?
Se denomina así al conjunto de técnicas utilizadas para aumentar y/o mantener el rendimiento cerebral y compensar así el deterioro progresivo de la atención y la memoria producido por el envejecimiento.
A través del entrenamiento de ciertas habilidades, se puede conseguir una mejora en la velocidad mental en la calidad de vida de las personas mayores, ayudándoles a sentirse más activos, más integrados y con mayor autonomía durante más tiempo.
Ejercicios de estimulación cognitiva
Aunque los ejercicios diseñados para ejercitar la mente son de mucha ayuda, solo el entrenamiento constante dará resultados a medio y largo plazo, por eso es importante crear un hábito y practicarlos con frecuencia.
Existen ejercicios de diferentes tipos que ayudan a desarrollar distintos aspectos cognitivos:
- La lectura y la escritura en su forma convencional, pero también con cuadernos específicos que planteen ejercicios como hacer descripciones, completar frases y palabras, indicar el nombre de ciertos objetos, describir imágenes, etc.
- Ejercicios sensoriales para entrenar los sentidos escuchando e identificando ciertos sonidos, objetos mediante el tacto y trabajando con imágenes y formas.
- Manualidades artísticas con diferentes materiales, que además de ayudar en la mejora de la autoestima y la gestión del estrés, favorece la capacidad de atención para seguir los pasos del proceso de creación.
- Ejercicios para la motricidad fina como practicar caligrafía, coser, bordar o tocar un instrumento.
- Para entrenar el área del lenguaje y la aritmética son recomendables los famosos sudokus, los crucigramas y las sopas de letras.
- Los juegos de orientación como unir puntos que dan lugar a una imagen, el típico “memory” en el que hay que recordar dónde está la imagen buscada o retos con mapas y pistas para llegar a un punto determinado, fomentan esta capacidad.
- Los juegos de mesa de toda la vida como el ajedrez o las damas, además de favorecer la socialización, trabajan el razonamiento.
Ejercitando también la memoria
La pérdida de ciertas habilidades y capacidades cognitivas como consecuencia del envejecimiento va de la mano de la disminución de la memoria. A continuación, te dejamos algunos ejercicios sencillos que puedes poner en práctica para ejercitarla:
- Elabora un listado de 5 cifras. Intenta memorizarlas y, tapando el papel, intenta repetirlas en voz alta.
- Piensa en una fecha especial; una boda, un cumpleaños, el día de un acontecimiento importante, e intenta recordar cómo ibas vestida/o, cómo iban otras personas, qué comiste, y detalles muy concretos, cuanto más, mejor.
- Escribe 20 palabras acabadas en -mente.
- Escribe el nombre de 10 animales que empiecen con la letra “m”.
- Coloca 5 objetos encima de la mesa, obsérvalos detenidamente y tápalos con un trapo o una sábana. Intenta recordar qué objetos eran y en qué lugar exacto estaban.
- Escoge una imagen o un dibujo sencillo, obsérvalo bien, y luego, intenta reproducirlo en un papel sin mirarlo de nuevo.
Ahora que ya sabes más sobre la estimulación cognitiva y de la memoria, ¿crees que la necesitas? ¿Ya pones en práctica alguno de estos ejercicios recomendados como hacer crucigramas o sopas de letras? Recuerda que para que den resultado, es importante ser constante.
Etapa vital
Referencias
- López, Ángel G. y Calero, M. Dolores. (2009). Predictores del deterioro cognitivo en ancianos. Revista Española de Geriatría y Gerontología. Vol. 44. Núm. 4. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-pdf-S0211139X09001073
- Puig, Ximena. (2012). Calidad de vida en la vejez. Estimulación cognitiva. Pontificia Universidad Católica de Chile. Recuperado de: http://adultomayor.uc.cl/docs/Estimulacion_Cognitiva.pdf
- Alvarado, Alejandra María y Salazar, Ángela María. (2014). Análisis del concepto de envejecimiento. Gerokomos. Revista de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica. Vol. 25. Núm. 2. Recuperado de: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2014000200002
- Vargas, Vanessa. (2019). Ejercicios de estimulación cognitiva para mayores. Cuidum. Recuperado de: https://www.cuidum.com/blog/ejercicios-de-estimulacion-cognitiva-para-mayores/
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