Originario de la India, y con más de 1.500 años de historia, el ajedrez sigue siendo el juego de estrategia por excelencia. Dicen que jugar al ajedrez desarrolla la inteligencia, por eso cada vez son más los colegios que lo incluyen en sus actividades. ¡Te contamos todos los beneficios que aporta el ajedrez al cerebro de los niños y cómo y cuándo iniciarles!
Beneficios de jugar al ajedrez
Los beneficios de este juego son muchos y de diferentes tipos:
Beneficios a nivel intelectual
- Se activan los dos hemisferios del cerebro. El hemisferio izquierdo se usa para la identificación de las piezas, y el derecho para reconocer jugadas y patrones, por lo que se fomenta el aprendizaje racional, sino también la parte más creativa.
- Favorece la concentración. Se trata de una de las principales habilidades del ajedrez y una de las que antes se desarrolla.
- Ejercita la memoria. Para elegir los mejores movimientos es necesario guardar un registro mental de otras partidas jugadas y analizarlas.
- Mejora el pensamiento lógico matemático.
- Fomenta la organización. Para tener éxito en este juego es necesario analizar y organizar bien todos los elementos mentalmente para llevar a cabo la mejor estrategia en cada momento.
Beneficios a nivel emocional
- Favorece el control y el manejo de las emociones. Al tratarse de un juego táctico, es necesario mantener la calma sin dejarse llevar por los impulsos y tolerar la frustración.
- Fomenta el sentido de la responsabilidad. El ajedrez es un juego individual, por lo que los errores son solo del jugador y ha de asumir las consecuencias.
- Mejora la autoestima. Al ver que se va mejorando con el tiempo y la práctica.
- Ayuda a mejorar la empatía. Un jugador de ajedrez necesita constantemente ponerse en el lugar del otro para intentar anticiparse.
- Desarrolla la capacidad de resolución de problemas. En el ajedrez se plantean constantemente retos que implican la toma de decisiones valorando todas las opciones posibles.
Beneficios a nivel social
- Aceptación de las normas y el resultado. Este juego promueve la honestidad y el juego limpio. La suerte no interviene en el ajedrez, por lo que ganar o perder solo depende de uno mismo.
El mejor momento para empezar a jugar
No hay una edad mejor o peor para introducir a tu hijo en el mundo del ajedrez, aunque se suele coincidir en que los 7 años es una edad muy buena para hacerlo. Por otro lado, algunos estudios indican que a partir de los 3 años ya puede empezar a familiarizarse con el tablero y sus piezas.
Cómo empezar
Cuando el pequeño ya conozca los elementos que componen el ajedrez, puedes ir poco a poco introduciéndole las normas de juego. Es posible que ahora te parezca un mundo conseguir que entienda las normas, pero los niños aprenden muy rápido y en apenas unos minutos, verás como sabe hacer los movimientos de las piezas.
Estas son nuestras recomendaciones para que sea una introducción progresiva:
- Enséñale el objetivo del juego y que la meta es proteger a tu rey y acabar con el contrario. Muéstrale el tablero y su disposición, pregúntale ideas sobre cómo se podría proteger al rey y llegar al otro. La idea es que tu hijo se interese y piense con estrategia.
- Empieza jugando con los peones. Haz que se centre en jugar solo con los peones durante un tiempo, para que interiorice cómo se mueven y cómo capturan a los peones oponentes.
- Añade los caballos. Una vez asimilados los peones, añade los caballos. Cuando los haya interiorizado también, que juegue varias partidas solo con peones y caballos.
- Añade alfiles y torres. Introduce estas nuevas piezas hasta que tenga asimilados sus movimientos y que los ponga en práctica en varias partidas.
- Jaque y jaque mate. Llega el turno del Rey y de las jugadas en las que se pronuncian estas palabras.
- Termina con la Reina. Deja para el final la poderosa Reina y sus movimientos y anímale a practicar con ella en sus estrategias.
- Perder para ganar. Hazle ver que, solo perdiendo muchas partidas, podrá adquirir la experiencia necesaria para ganar otras. En ajedrez, perder te ayuda a concentrarte y a evitar repetir los mismos errores en el futuro.
Como ves, este juego, que puede aportar mucho entretenimiento y diversión a tu pequeño, también tiene muchísimas cosas positivas que le ayudarán en su desarrollo intelectual, emocional y social. Esperamos que estos consejos para introducirle en el ajedrez te ayuden a hacerle un fan incondicional, y si tú no has jugado nunca, no te preocupes, porque aprender con él puede ser igual de positivo y gratificante.
Etapa vital
Referencias
- Saavedra Rionda, Isabel, Costa Trigo, Rebeca, Alonso Álvarez, Aitor, Pena Gómez, Manuel y Coto Lesmes, Rocío. Apertura cognitiva: beneficios del ajedrez. Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente. SEPYPNA. Recuperado de: http://www.sepypna.com/documentos/2014P34-Isabel-Saavedra-1.pdf
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