Seguro que has oído muchas veces decir a la gente mayor “No te preocupes porque esté malo, así crece más”. Pero, ¿es esto cierto? ¿Los niños dan un pequeño estirón cada vez que enferman?
Siempre se ha dicho, sobre todo cuando los niños tienen fiebre, que estos procesos febriles les hacen crecer más. Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta, ya que los niños, hasta los 20 años más o menos que cesa su desarrollo, tienen periodos de mayor o menor crecimiento, pero no relacionados directamente con la fiebre.
La parte de verdad es que los procesos febriles que acompañan muchas enfermedades estimulan la hormona del crecimiento en fases de desarrollo y por eso, tras unos días enfermo, los pequeños pueden haber aumentado unos milímetros su talla, aunque no pasa siempre… Es perfectamente posible que tu hijo tenga fiebre un par de días y, al recuperarse, siga midiendo exactamente lo mismo.
Esto ocurre en procesos puntuales que duran solo unos días; sin embargo, en niños que padecen enfermedades crónicas o que enferman muy a menudo pasará lo contrario y se estancará su crecimiento y su aumento de peso.
La parte buena de esto es que, una vez se recuperen totalmente, el organismo se pondrá en marcha de manera acelerada para recuperar lo perdido durante la convalecencia, por lo que en unos días puede dar un buen estirón.
Hay que saber que el crecimiento de los niños está condicionado por muchos factores: genética, alimentación, sueño, práctica de deporte… Todo esto hace que el niño sea más o menos alto al acabar su periodo de crecimiento, y no el hecho de que se haya puesto malo más o menos veces.
Fuente: Mariscal, David; Rodríguez, Alejandra (2012), El estirón, los mejores consejos para que tu niño crezca sano, Barcelona, Planeta.
Etapa vital
Deja un comentario