Los huevos son esenciales en una alimentación sana y variada (especialmente durante el crecimiento y desarrollo de los niños) ya que aportan proteínas, agua, vitaminas, minerales… y contiene relativamente pocas calorías. Además, suele ser un alimento que les gusta mucho ya que se pueden cocinar de diversas maneras y combinar con otros muchos alimentos. Por eso, se recomienda consumirlos lo más frescos posible y de dos a tres veces por semana.
Entre sus principales características encontramos:
- Alto contenido en agua y proteínas.
- Son ricos en potasio, ribloflavinas, vitaminas A, B6, B12, D y E.
- Contienen mucha colina, a partir de la cual se forma la acetilcolina, molécula esencial en la transmisión del impulso nervioso, en la memoria y, por lo tanto, en el aprendizaje.
- Ricos en selenio, un importante antioxidante.
- Aportan vitamina K, necesaria en procesos de coagulación y formación de huesos.
- Contienen luteína y zeaxantina, que intervienen en la salud visual.
- Contiene colesterol, especialmente en la yema, hecho que debe tenerse en cuenta en las personas con hipercolesterolemia.
- Aporta relativamente pocas calorías. Un huevo de unos 50 g aporta unas 80 calorías, que se incrementarán más o menos según la forma de cocinarlo.
Recomendaciones
- Se considera un alimento muy completo en todas las edades, y es una excelente fuente de DHA, ácido graso que se encuentra presente en pocos alimentos, y que en nuestro organismo presenta una elevada concentración especialmente en las estructuras cerebrales.
- No es conveniente lavarlos antes de usarlos ya que pierden parte de su protección. Debido a su alto contenido en agua y proteínas es preferible cocerlos poco y a fuego lento. Una cocción prolongada a fuego fuerte hará que se pase.
- Se recomienda usar huevos muy frescos.
- Antes se pensaba que no era recomendable consumir más de 3 huevos por semana, pero recientes investigaciones afirman que, si la persona está sana y no padece enfermedades del corazón o diabetes, puede consumir incluso un huevo por día.
- Hay que evitar, sobre todo fuera de casa, las salsas elaboradas con huevo, las yemas muy líquidas o los huevos revueltos poco hechos por el riesgo que representa la salmonella en este tipo de alimentos cuando su manipulación o conservación no son los adecuados.
Si quieres saber a partir de qué edad se recomienda introducir el huevo en la alimentación de los más pequeños de la casa, puedes leer nuestro post: La introducción del huevo.
Etapa vital
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