¿Estás teniendo problemas para introducir el puré de pescado para bebés?Ya sea por su sabor o por las temidas espinas, el pescado es uno de los alimentos que más cuesta introducir en el menú de los niños.
No obstante, su contenido en grasas insaturadas y ácidos grasos Omega-3 lo convierten en un alimento completo y básico en la dieta de los más pequeños. A veces, basta con una presentación atractiva para conquistar su paladar. ¡Ficha nuestras ideas de preparación!
Pescado blanco para el bebé: cuándo y cómo dárselo
En general, puedes empezar a dar pescado blanco al bebé (gallo, lenguado, bacalao, merluza...) entre los 9 y 10 meses de edad, cuando ya tiene experiencia en el consumo de proteínas, pues a los 6 meses habrás comenzado a darle carne magra como parte de su dieta.
El pescado es una fuente proteica equivalente a la carne y le aporta minerales como calcio, yodo, fósforo y hierro. Se empieza por el pescado blanco (merluza, rape, lenguado) porque contiene menos grasa y es más fácil de digerir. Puedes comenzar preparando puré de pescado para tu bebé con estos tipos de pescado para que se vaya acostumbrando al sabor.
Como la introducción del pescado en la alimentación del bebé coincide con otros alimentos como la yema de huevo y derivados de la leche, dale cada uno de ellos por separado, en intervalos de 10 a 15 días, para valorar cómo acepta cada uno de ellos.
Una buena forma de comenzar es hacer un puré de pescado para bebés, con 30 o 40 gramos de merluza u otra especie de pescado blanco cocido, junto a las verduras. Alrededor del primer año, podemos aumentar hasta 60 u 80 gramos, lo que viene a ser medio filete.
¿Cuándo se puede dar pescado azul a un bebé?
A los 18 meses tu hijo estará acostumbrado al puré de pescado para bebés cocinado con pescado blanco. Es el momento de introducir nuevos alimentos en su dieta comolas fresas, los primeros frutos secos (siempre triturados) y el pescado azul, de especial interés nutricional como fuente de proteínas, por su riqueza en ácidos grasos ω-3 (son la principal fuente alimenticia) y por aportar calcio, hierro y zinc y vitamina D.
La variedad de pescado azul (atún, bonito, sardina, anchoa, salmón, pez espada, caballa o palometa) permite preparar menús diferentes y variados. Escoge preferentemente pescados pequeños (que superen siempre las tallas mínimas) y sin espina.
Si hubiera rechazo por su textura más grasa, prueba diferentes especies y acompaña el pescado de otros alimentos que sean especialmente del agrado del bebé (patata o verduras).
La dieta mediterránea aconseja el consumo de 3 o 4 raciones de pescado por semana en las que puedes ir variando entre los dos tipos de pescado, blanco y azul.
Cómo cocinar el pescado para bebés
El puré de pescado para bebés es la forma más habitual de incorporar este alimento a la dieta del bebé. El pescado cocido o al vapor mezclado con verduras y triturado es una manera de conseguir que se acostumbre al nuevo sabor.
El pescado es una opción ideal para las cenas, ya que es más ligero que la carne. Los blancos además contienen triptófano, sustancia que favorece el sueño.
Con el paso de los meses, conforme empieces a darle comida no triturada, se amplía el abanico de opciones para servir el pescado. Estos son nuestros consejos para triunfar en la mesa:
Juega con el acompañamiento:
- Filete de merluza desmenuzado con puré de zanahoria y pera.
- Filete de lenguado a la plancha con crema de calabacín y patata cocida.
- Croquetas de bacalao con compota de manzana.
- Lomos de salmonete tricolor (con puré de remolacha, calabaza y calabacín).
Combínalo con otras preparaciones que disimulen su textura u olor:
- Tortilla de palitos de cangrejo y queso.
- Sopa de arroz con caldo de pescado.
- Bolitas de patata y pescado.
- Hamburguesa con “truco” (filete de bacalao en vez de carne).
Puede ser que, al principio, te cueste que tu hijo acepte comer pescado. Ten paciencia y siéntalo en la mesa familiar para que os vea comer una dieta variada y se acostumbre poco a poco a probar todos los alimentos.
Etapa vital
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