Desarrollo moral en niños, descubre qué es y su importancia

La moral es lo que nos permite distinguir entre el bien y el mal, el desarrollo moral incluye aspectos como el respeto y la tolerancia y estos se inculcan en los niños a través de su entorno. Es por eso importante hablar del desarrollo moral en los niños y de la importancia del rol que cumplen los padres, la familia, la escuela y su entorno en su enseñanza.

¿En qué consiste el desarrollo moral?

El sentido moral consiste en un conjunto de valores que rigen el comportamiento de las personas, es decir, saber qué está bien y qué está mal. Este desarrollo moral se da gracias a la socialización y a las normas que se le van enseñando al niño a lo largo de su crecimiento. 

¿Cuándo ocurre el desarrollo moral en niños?

Para algunos autores como el psicólogo Jean Piaget o el propio Freud los bebés nacen sin ningún tipo de desarrollo moral y que este se va formando gracias a los padres y a la integración en la sociedad. 

Según algunos estudios realizados en la Universidad de Yale por el psicólogo Paul Bloom, nacemos con un sentido moral y es hacia los 6 meses de vida que se va formando. A partir de este momento comienzan a distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. 

Así mismo, la adquisición de estos valores se va formando a lo largo de la infancia y adolescencia y es fundamental la familia y el entorno para aprender lo que está bien y lo que no. A partir de los 2 años se puede enseñar a los niños los valores necesarios para la integración en la sociedad.

Las claves del correcto desarrollo moral

El desarrollo moral se va formando en el bebé prácticamente desde el nacimiento, a partir de los 6 meses, según algunos estudios, ya pueden distinguir el bien y el mal. Para el correcto desarrollo de la moralidad es necesario que los padres y la familia se involucren enseñando al niño los valores esenciales para vivir en sociedad. 

Según la edad del niño y según su comprensión se va enseñando el sentido moral de diferentes formas: 

• Desde los 2 a los 6 años. A los dos años el niño se guía principalmente por sus impulsos, las reglas y los valores se tienen que inculcar a partir de esta edad. Hacia los 3 años se va desarrollando la capacidad de empatía y a los 4 años va entendiendo que sus acciones tienen consecuencias en el resto. En estas edades se deben enseñar reglas y normas de comportamiento, para esto hay que explicarle al niño por qué existen las reglas y por qué deben cumplirse. 
• Desde los 6 a 12 años. A los 6 años el niño ya ha interiorizado las normas sociales y las cumple cuando están establecidas por alguien con autoridad como los padres o profesores. Aunque a esta edad no tienen muy en cuenta al resto y siguen conductas que los beneficien a ellos. De los 6 a los 10 años ya van reconociendo las necesidades de otras personas. Hacia los 10-11 años ya comienzan a sentir la “presión” social por parte de sus compañeros, además está el deseo de complacer a sus figuras de referencia como padres o hermanos mayores y evitan el castigo. 

La importancia del entorno familiar y escolar

Sabemos que el papel de la familia y el entorno es fundamental para el desarrollo de la moralidad, la interacción diaria de los padres con el niño va facilitando la enseñanza y transmisión de estos valores. 

A medida que el niño va creciendo, toma un papel fundamental el entorno escolar ya que pasan muchas horas en el colegio, y es aquí donde a veces encuentran sus figuras de referencia. 

Aunque es importante como padres estar siempre involucrados en el desarrollo moral de nuestros hijos, ya que muchas veces por el trabajo o los propios problemas personales no prestamos atención al desarrollo de los hijos. 

Como hemos podido leer a lo largo del artículo, el desarrollo moral es indispensable para el buen crecimiento de las personas para vivir en sociedad. En este sentido, sabemos que la familia y el entorno juegan un papel primordial en este desarrollo.