Lombrices en niños

La presencia de lombrices en niños se denomina oxiuriasis. Es una infección por parásitos o lombrices que se alojan en el intestino y es muy frecuente en niños pequeños. Provoca una serie de síntomas muy característicos que conviene conocer para tratarlos cuanto antes. 

¿Cómo se sabe si un niño tiene lombrices?

Existen unos pequeños parásitos, llamados oxiuros, que se asemejan a pequeños gusanos muy finos, de no más de 1 cm de longitud. Estos parásitos se alojan en el intestino de los humanos y se desplazan hacia el ano para dejar sus huevos.

La presencia de lombrices en niños es una infección muy habitual en edad preescolar y escolar, ya que es fácil que traguen o aspiren de manera accidental los huevos de estos parásitos. Además, la capacidad de contagio es muy alta y puede afectar al resto de la familia. 

Estos son los síntomas característicos que indican que un niño tiene lombrices:

• Picor intenso en la zona anal. Suele incrementarse al atardecer y por la noche, cuando las hembras descienden a poner los huevos.
• Arañazos y rojeces en la zona perianal de tanto rascarse.
• Picores en la zona genital.
• En las niñas, puede llegar a causar vulvovaginitis.
• Quejas a la hora de ir al baño.
• Sueño intranquilo, inquietud y pesadillas.

Si sospechas que tu hijo tiene lombrices, puedes comprobarlo fácilmente, pues se ven a simple vista. Espera tres horas después de que se haya dormido y separa las nalgas para revisar la zona perianal. Con la ayuda de una linterna, ilumina la zona del recto y observa con atención. También puedes examinar las heces del niño, ya que cuando hay lombrices, presentan filamentos blanquecinos.

¿Qué hacer cuando un niño tiene lombrices?

La oxiuriasis no es una enfermedad grave, aunque sí muy molesta para el pequeño, por lo que conviene acudir al pediatra para que confirme el diagnóstico y recete un medicamento que acabe con la infección.

Los medicamentos para tratar la oxiuriasis se administran por vía oral y con una única dosis eliminan a las lombrices adultas. No obstante, es habitual repetir el tratamiento a las dos semanas para eliminar las larvas que han eclosionado tras la primera toma.

El picor y la irritación en la zona perianal pueden persistir hasta una semana tras la administración del medicamento. Puedes aliviarlo sentándolo en agua tibia y aplicando luego una crema hidratante.

Dada la facilidad de contagio de las lombrices, es importante tomar medidas preventivas para evitarlo:

• Lavado frecuente de manos, especialmente tras ir al baño, antes de cada comida y siempre que vuelve a casa. Al rascarse es muy fácil que los huevos se adhieran bajo las uñas. Si luego se llevan las manos a la boca, algo muy habitual en los niños, vuelven a infectarse y crean un círculo vicioso.
• Baña al niño por la mañana para eliminar los huevos que las lombrices hayan depositado por la noche en el ano. Es más recomendable la ducha para no esparcir los huevos por el agua.
• Cambia la ropa interior del niño muy a menudo. 
• No sacudas las sábanas para no esparcir los huevos. Lava la ropa interior, los pijamas, las sábanas y toallas con agua muy caliente para matar los huevos. 
• Mantén sus uñas cortas y limpias.

Aunque mucha gente lo crea, la infección por lombrices en niños no está relacionada con el chocolate, las golosinas o el azúcar. Tampoco son síntomas característicos de esta enfermedad la falta de apetito o el bruxismo. 

Si tu hijo se infecta con lombrices, no hace falta que modifiques su dieta habitual ni que deje de hacer su vida normal. Con el tratamiento adecuado y siguiendo las medidas higiénicas que hemos indicado, pronto se le pasará totalmente.