Como padres, admitir que “mi hijo no tiene amigos” causa dolor y preocupación por saber cuál es la mejor manera de actuar. Qué hacer, conocer las razones por las que esto ocurre o cómo ayudar a un niño a hacer amigos son algunas de las cuestiones que queremos ayudar a comprender e intentar resolver en este artículo.
¿Qué hago si mi hijo no tiene amigos?
Antes de preocuparnos, debemos asegurarnos de que efectivamente nuestro hijo no tiene amigos. Algunos niños tienen pocos amigos o incluso uno solo con los que se relaciona y comparte actividades. También puede ser que no consiga tener amigos en la escuela pero sí los tenga en las actividades extraescolares que realice, entre los niños del vecindario o incluso en la propia familia, como sus primos.
Si realmente el niño no tiene amigos en ningún ámbito tendremos que pensar en las posibles causas. Son muchos los factores que intervienen: la propia personalidad del niño, si tiene un carácter tímido, si ha cambiado de escuela o de lugar de residencia, un uso excesivo de los dispositivos tecnológicos o si sufre o ha sufrido bullying.
Cabe decir que la familia es el escenario donde el niño aprende a socializar. En el seno familiar se aprenden e interiorizan las costumbres, los valores, las actitudes y las normas sociales que le permitirán integrarse en la sociedad sin problemas de adaptación.
Desde una edad temprana se debe fomentar su sociabilidad y alentarle a conocer a más niños de su misma edad con los que pasar el tiempo y compartir juegos. Los padres deben ayudarles a desarrollar sus aptitudes sociales desde que son pequeños o de mayores podrían tener problemas de adaptación en su entorno.
¿Cómo es un niño sin amigos?
Las personas somos seres sociables por naturaleza. Relacionarnos y hacer amigos favorece nuestro desarrollo personal, la autoestima y el equilibrio y la inteligencia emocional.
Que un niño sepa estar solo y no necesite siempre compañeros de juego es bueno, otra cuestión es que siempre esté así y no juegue con más niños de su edad, lo que podría implicar que el pequeño tiene problemas para socializar. Ante ello, debemos actuar para cambiar esta situación y evitar daños emocionales a futuro como una baja autoestima, miedo al rechazo y sentimientos de soledad o depresión.
Es importante que cuando los padres observen dificultades en sus hijos a la hora de estar con otros niños, les ofrezcan las herramientas para aprender a relacionarse con los demás:
- La forma en la que los padres interactuamos con la familia, los amigos y conocidos es un ejemplo a seguir.
- Favorezcamos situaciones en las que pueda aprender a desarrollar sus habilidades sociales.
- Fomentemos la confianza en sí mismo y en sus capacidades. Dejemos que asuma pequeñas responsabilidades gradualmente y tome decisiones.
- Ten en cuenta su carácter al empezar a socializar. Un niño más introvertido se sentirá más cómodo jugando con uno o dos amigos en un ambiente conocido, como su casa.
- Las actividades en grupo (deporte, música, teatro, …) son buenas oportunidades para socializar.
- Deja que resuelvan entre ellos los pequeños conflictos. Interviene solo si el asunto es serio.
- No le presiones ni le critiques si siente miedo o vergüenza al relacionarse. Ayúdale a ir ganando confianza poco a poco
¿Qué hacer cuando a tu hijo lo dejan de lado?
Saber que tu hijo es rechazado por otros niños es una experiencia dolorosa como padres. Muchas veces el niño no exterioriza el rechazo, aunque lo manifiesta con algunas señales a las que hay que prestar atención:
- Está nervioso y muestra ansiedad o tristeza.
- Manifiesta malestar físico (dolor de cabeza o estómago) cuando debe ir a la escuela o socializar.
- Cambios en el rendimiento escolar habitual.
- Falta de apetito.
- Dificultades para dormir, pesadillas, cansancio.
- Menciona que no tiene amigos o que juega solo.
Conocer las posibles causas de ese rechazo nos proporcionará el contexto necesario para saber qué hacer. Puede ser por algún rasgo de su carácter, un niño dominante que quiera mandar siempre o que tenga por costumbre delatar a los compañeros ante los adultos u otros niños genera rechazo, o puede ser que sufra acoso escolar por parte de otros niños.
Según cual sea el motivo del rechazo actuaremos de una forma u otra, por ejemplo hablando con la escuela o las autoridades pertinentes en caso de acoso escolar o trabajando la empatía si es su forma de actuar la que causa el alejamiento de los otros niños.
Estas son algunas de las pautas que pueden ayudar:
- Escúchale siempre y deja que exprese sus emociones. Si no lo hace, intenta hablar con él y motívalo con preguntas abiertas.
- No lo critiques ni subestimes sus sentimientos. Evalúa la seriedad del tema y dale herramientas para fortalecer su autoestima.
- Trabaja la resiliencia. Enséñale a valorar y reconocer a los amigos que le apoyan, aunque sean uno o dos.
- Enséñale a poner límites y respetarse a sí mismo. No debe intentar cambiar, soportar burlas o hacer cosas que no le gustan para que le dejen estar en el grupo.
- Dale la oportunidad de encontrar nuevos amigos en otros entornos y a desarrollar relaciones de amistad sanas y positivas.
Aunque parezca que hacer amigos durante la infancia es fácil, en realidad implica un proceso de aprendizaje en el que el apoyo y el ejemplo de los padres es fundamental para ganar confianza y desarrollar las habilidades sociales.
Etapa vital
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