Los niños muy mimados pueden convertirse en auténticos tiranos cuando sus exigencias se convierten en insultos y ataques a sus padres para conseguir lo que quieren a toda costa. Para evitar que lleguen a este punto, es importante imponerles unos límites desde pequeños.
El síndrome del emperador
Así se conoce a los niños que “tiranizan” a sus padres. En origen, son niños muy mimados, tanto, que hacen lo que sea para lograr sus objetivos, sin importarles su comportamiento o el daño que puedan estar haciendo a sus padres.
Todos los niños pueden ser un poco mimados o pedir cosas a sus padres, pero estos niños muestran un comportamiento extremo.
La mayoría de niños tiranos son educados desde pequeños sin ningún tipo de límites. Pueden llegar a ser violentos y agresivos, dificultando así la convivencia familiar con sus exigencias. Algunas de las características de estos niños son:
- Baja tolerancia a la frustración.
- Continuos ataques de ira, rabietas, pataletas…
- Pueden llegar a insultar o pegar a sus padres.
- No cuentan con recursos para resolver problemas o afrontar negaciones.
- Son muy egocéntricos.
- Culpan a los demás de sus conductas. La culpa es de sus padres por no hacer lo que quieren, nunca suya.
- Carecen de empatía o la muestran en grado muy bajo.
- Son muy exigentes.
- Nada les satisface.
- No muestran remordimiento por sus actos.
- Se sienten a menudo tristes y enfadados porque nada les satisface.
- Les cuesta relacionarse de manera normal con los demás y tener amigos a causa de su comportamiento.
¿Qué hacer?
Ante este tipo de niños, tan complicado de educar, hay que actuar cuanto antes con firmeza. Si se ha llegado a esta situación es posible que los padres no sepan solos cómo resolverla, por lo que deberán buscar ayuda externa que les marque las pautas que se deben seguir:
- Lo mejor es la prevención. Cultiva el cariño, la confianza y el apego con tus hijos desde el útero, pero marcando unos límites claros desde el año de edad.
- Los padres mandan y están por encima en la cadena de mando. Una familia no es una democracia, aunque los niños tengan el derecho de opinar y se les tenga en cuenta, pero también hay que mostrarse autoritario ante ciertos aspectos.
- Acuerda con tu pareja las normas imprescindibles y mostraos firmes y unidos ante ellas.
- Desarrolla u empatía, es fundamental que se dé cuenta de cómo os hace sentir cuando se pone violento y os insulta.
- Además, debes fomentar en él otros valores clave como la tolerancia, el altruismo, la generosidad, la amistad… Enséñale que portarse bien con los demás es más satisfactorio y aporta mucha más felicidad.
- No le sobreprotejas. Tiene que aprender que en la vida no siempre se puede conseguir todo.
- Si actúa mal, su comportamiento debe tener consecuencias.
- Fomenta la responsabilidad en él.
Fuentes:
Prekop, Jirina (2009), El pequeño tirano, la línea media entre límites y permisividad, Barcelona, Ed. Herder.
Mamen, Maggie (2007), Niños mimados; cómo evitar que se conviertan en tiranos, Madrid. Ed. Paidós.
Etapa vital
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