A partir de los 6 meses comienza la alimentación complementaria a la leche materna o biberón con purés y papillas. A partir del año, el niño muestra ya interés por la comida de los adultos y la paulatina aparición de las piezas dentales le permite pasar progresivamente de texturas más finas a más gruesas e incluso masticar trozos de fruta, galletas o pan. Pero... ¿qué tipo de pan escoger para su alimentación?
Tanto el pan del día (de barra, baguette…) como el pan de molde están elaborados a partir de harina de trigo, levadura, sal y agua, pero además de estos ingredientes el pan de molde suele contener mantequilla u otras grasas vegetales, azúcar y algunas veces derivados lácteos y huevo, que le proporcionan su característica textura blanda y facilitan que se conserve mucho más tiempo que el resto de panes.
Al tener una consistencia más suave, el pan de molde tiene una excelente aceptación por parte de los niños, y facilita el consumo de pan en el caso de los malos comedores. Conviene saber, sin embargo, que el exceso de triturados, papillas y alimentos blandos hasta edades avanzadas afecta al correcto desarrollo de los dientes y paladar, e incluso puede llegar a repercutir en la pronunciación de los sonidos y el habla.
El pan del día, en cambio, al tener una consistencia más dura, obliga al niño a realizar un pequeño esfuerzo para masticar, lo que contribuye al desarrollo de los músculos de la cara y fortalece dientes y mandíbulas.
Por esta razón es aconsejable, aunque los niños prefieran el pan de molde y lo coman más rápidamente, ofrecerles también pan del día, y procurar que poco a poco se acostumbren a comer alimentos de más consistencia que les obliguen a masticar, pasar de los purés a la comida en trozos, y cuando ya van a la escuela combinar los bocadillos de pan fresco con pan de molde para desayunar o merendar.
En cualquier caso, el pan es un alimento ideal para la alimentación de los niños, ya que es rico en hidratos de carbono, aporta mucha menos grasa y calorías que la bollería industrial, y ayuda a equilibrar la dieta.
Etapa vital
Deja un comentario