Si últimamente miras a tu pequeño y ves que ya no es tan pequeño, que ha crecido, y empiezas a darle vueltas a la idea de que deje la cuna y empiece a dormir en su cama, te interesa este post, porque te damos algunas pautas y consejos para ayudarte a acompañar a tu hijo a pasar de la cuna a la cama.
¿Es el mejor momento?
Generalmente, el cambio de la cuna a la cama se suele hacer entre los 2 y 3 años, pero no hay ninguna edad exacta y concreta para hacerlo. Tú conoces mejor que nadie a tu hijo y sabrás cuándo ha llegado el momento de dar el paso, pero quizá, las señales que te detallamos a continuación te ayuden a tenerlo más claro:
- Si por tamaño, tu pequeño ya no cabe bien en la cuna y se mueve con dificultad en ella.
- Si ya no usa pañal y va al baño solo, estar ya en la cama le proporcionará todavía más autonomía al poder levantarse cuando lo necesite.
- Si notas que con frecuencia intenta salir de la cuna, pues poniéndole en su cama evitarás que en uno de esos intentos acabe lastimándose.
- Si tu hijo expresa que quiere tener su propia cama.
Vamos a hacerlo. ¿Por dónde empiezo?
Lo tienes decidido, vas a hacerlo, pero… ¿cómo? Aquí tienes algunos consejos para empezar con el proceso de transición:
- Escoge un momento tranquilo y evita épocas de cambios como la vuelta al cole, las vacaciones, nuevas rutinas o acontecimientos importantes para la familia como la llegada de un hermano.
- Dedica tiempo a explicarle todo el proceso. Cuéntale que su cuna ya es algo pequeña, que se está haciendo mayor y tiene una cama para él.
- Involúcrale en los preparativos y llévale a comprarla, si aún no tenéis cama para él, o déjale que elija un juego de sábanas nuevo o un cojín que le guste.
- Cuando la cama ya esté colocada, anímale a que la decore con sus peluches favoritos y elementos o dibujos familiares para él.
Hora de dormir en su nueva cama
Su cama está lista y él ha entendido todo, así que llega el momento de la verdad. Así es como puedes hacerlo:
- Intenta que se familiarice con la habitación y su cama, si es posible, haciendo que juegue allí algunos ratos cada día para que el entorno, y su cama, sean lugares seguros y conocidos para él.
- Es importante que no perciba que ha de dormir allí por obligación, sino que es lo lógico porque se está haciendo mayor. Todo lo que suceda en su habitación debe ser agradable, y siempre transmitiéndole la sensación de que es libre de estar allí, así evitarás que genere alguna asociación negativa a ese espacio.
- Si ves que tu hijo necesita algo más gradual, puedes empezar haciendo que duerma allí la siesta, para que asocie el sueño y el descanso con su nueva cama.
- Explícale las veces que necesite la rutina de noche; que le leerás un cuento, que dormirá en su cama de niño grande y que, si necesita cualquier cosa, puede llamarte o ir a buscarte. Remárcale mucho lo cerca que está tu cama de la suya, e incluso, puedes hacer el recorrido que las une junto a él para darle seguridad.
- Cuando empiece a hacer las primeras siestas o noches en la cama, aplica la técnica del refuerzo positivo y destaca lo bien que lo ha hecho durmiendo y descansando allí.
- Es normal que las primeras noches no las pase enteras en su cama y de madrugada aparezca en tu habitación o te llame para que vayas si se despierta. Sé flexible y entiende que es un gran cambio para él y que necesita un tiempo de adaptación.
Ver crecer a tu pequeño e ir consiguiendo estos pequeños hitos es un regalo maravilloso que tienes que disfrutar. No te marques fechas, simplemente disfruta del proceso y acompaña a tu hijo a pasar de la cuna a la cama de la manera más respetuosa.
Etapa vital
Referencias
- Ferré, A. Cuándo y cómo pasar a nuestro hijo de la cuna a la cama. Recuperado de: https://doctorferre.com/blog/271-cuando-y-como-pasar-a-nuestro-hijo-de-la-cuna-a-la-cama/
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