Cuando te imaginas a tus hijos juntos, seguro que lo haces jugando, riendo y compartiendo buenos momentos juntos. Y aunque seguro que tienen muchos ratos así, también es habitual que entre los hermanos surjan roces y peleas que, a veces, pueden volverse muy habituales. ¿Cómo evitar las peleas y lograr que se lleven bien?
Un hermano es, sin lugar a dudas, el mejor compañero y amigo que se puede tener en la vida. No obstante, no siempre se consigue que los hermanos se lleven bien y, muchas veces, su relación está salpicada de celos, peleas, discusiones… Esto es también normal, pero no puede volverse tan frecuente que acabe enturbiando sus relaciones. Para conseguir establecer una relación fuerte, sólida y duradera entre hermanos y lograr así que se quieran y se lleven bien toda la vida, pase lo que pase, debes seguir estos consejos:
- Para evitar los celos cuando nazca el segundo, intenta siempre dedicar un tiempo especial al mayor pero también busca momentos de disfrute con los dos. Por ejemplo, puedes leerles un cuento, bañarlos juntos en cuanto se pueda, etc.
- No los trates a todos por igual. Esto no significa que discrimines a uno a favor del otro, sino que siempre hay que adaptar la educación a la forma de ser de cada uno. Es decir, debes tratarlos de forma diferente pero sin caer en las injusticias. Las normas y límites deben ser los mismos, pero la forma de aplicarlas puede variar en función de las habilidades y reacciones de cada niño.
- Nunca los compares. Para un niño, no hay nada peor que ser comparado con su hermano mayor o pequeño. Además, crearás rivalidad entre ellos si le dices a uno que su hermano es más rápido o que ha hecho algo mejor.
- No muestres preferencia por ninguno. Aunque uno de ellos sea más cariñoso o se porte mejor, no puedes mostrar debilidad por él ya que el otro pensará que le quieres más que a él.
- No te metas en sus riñas. A no ser que veas que se están pegando mucho y pueden llegar a hacerse daño, deja que resuelvan solos sus diputas. Puedes ayudarles a buscar una solución o un punto de encuentro, pero no busques responsables ni culpables ni preguntes quién ha empezado. La mayoría de peleas son por tonterías y se les pasa el enfado en segundos.
- Fomenta la comprensión y la ayuda y no la competición. No uses la competición entre ellos para lograr que recojan o que se acaben la cena.
- Si te preguntan a quién quieres más no respondas a los dos por igual. Ellos no buscan esa respuesta, quieren sentirse especiales. Diles algo parecido a “Esa es una pregunta muy difícil porque los dos sois especiales para mí. Os quiero a cada uno mucho por ser como sois”.
- Potencia que se cuiden entre ellos. Puedes ayudarles a que se demuestren cariño y preocupación desde bebés. El mayor puede vigilar al pequeño mientras vas un momento a la cocina a por algo, puede leerle un cuento, el pequeño puede darle siempre un beso de buenas noches… Es importante también que se acostumbren a ser cariñosos el uno con el otro y a decirse “te quiero”.
- Enséñalos a escucharse y contarse cosas. Si se convierten en cómplices y tienen confianza el uno en el otro, no se separarán nunca.
- Pasad tiempo en familia todos juntos realizando actividades divertidas que les gusten a los dos.
- Cuando se porten bien el uno con el otro, elógialos y dales un beso de recompensa.
Fuente:
- Álava, Silvia (2015), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.
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