Correr y subir escaleras: últimas fases de la motricidad

Cuando se habla del desarrollo de bebés y niños se habla de motricidad. En este post queremos profundizar en este concepto y contarte cuáles son las últimas fases del desarrollo motriz y cómo puedes estimular a tu pequeño. 

La motricidad

Se trata de la capacidad de las personas para realizar movimientos voluntarios coordinando correctamente todas las estructuras del cuerpo que intervienen para realizar ese movimiento. La motricidad es el área de la psicomotricidad relativa a todo lo que tiene que ver con el tono y al desarrollo muscular y corporal, al equilibrio y a la coordinación. 

La motricidad puede clasificarse en: 

• Gruesa. Se refiere a los grandes movimientos realizados por grupos musculares como andar, saltar o correr. 
• Fina. Implica movimientos más precisos como coger un bolígrafo o atarse los cordones en los que es necesario usar a la vez el sentido de la vista y las manos. 

Desde que nace, el niño comienza a evolucionar y pasa por diferentes fases motrices: 

• Recién nacido. Sus movimientos son involuntarios, actos reflejos predeterminados de la naturaleza humana como puede ser la succión.
• De los 4-6 meses a los 2 años. El niño empieza a realizar y desarrollar sus primeros movimientos voluntarios que irán evolucionando y marcará las etapas posteriores: rodar, gatear, mantenerse sentados, andar, coger y soltar objetos, etc. 
• Entre los 2 y los 3 años. Empieza el desarrollo de las habilidades motoras fundamentales que irán avanzando hasta que tenga el control completo de su cuerpo y mejorando durante toda su vida. Perfecciona sus movimientos, corre más rápido, gana destreza, esquiva obstáculos y empieza a saltar y a caer sobre los dos pies. Ya puede bajar escaleras, pero con ayuda. 

• Entre los 3 y los 4 años. Ya puede balancearse sobre un pie y ya salta con agilidad desde objetos estables, como un escalón. 
• Entre los 4 y los 5 años. Cuando corre puede cambiar de dirección con facilidad, parar en seco y reanudar la marcha, saltar sobre un solo pie, dar sus primeras volteretas y subir y bajar escaleras como un adulto. 
• A partir de los 5 años. Es la etapa más importante en cuanto a equilibrio y es cuando se adquiere autonomía motora, consiguiendo un control corporal muy similar al del adulto. Aproximadamente a los 7 años la maduración de la motricidad y del sistema nervioso debería de ser completa. 

Cómo estimularle en esta última fase

A continuación, te damos algunas ideas que puedes poner en práctica en casa para ayudar a tu pequeño a perfeccionar su motricidad: 

• Haciendo equilibrios. Marca una línea en el suelo con cinta adhesiva de algún color llamativo y anímale a que camine sobre ella de diferentes formas: con un pie delante y el otro atrás, a la pata coja, dando saltos… 
• Encestando. Bien con una canasta, un cubo, u otro tipo de recipiente, puede jugar a encestar la pelota, sin duda un gran ejercicio para coordinar sus movimientos. 
• Carrera de cucharas. Para seguir trabajando el equilibrio, explícale cómo hacer carreras portando una cuchara y en ella un objeto que no debe caer en ningún momento. 
• Imitando animales. Un tigre, una rana, un canguro… hacer series y carrera imitando los movimientos de diferentes animales, le resultará muy divertido. Además, puedes jugar con el ritmo y decirle que lo haga más rápido, o más lento, parar en seco y reanudar la carrera después sin dejar de imitar al animal escogido. 
• Haciendo la carretilla. Sujetándole por las piernas, haz que camine con los brazos, haciendo que ejercite así la fuerza de los brazos y la coordinación. 

Ayudarle en su desarrollo estimulándole está muy bien, pero siempre debes tener en cuenta que es el niño quien marca el ritmo, porque no todos avanzan por igual. El objetivo es que, mediante juegos, y de una manera entretenida mejore sus habilidades motoras.