El parto se divide en tres etapas: dilatación, expulsivo y alumbramiento. En esta segunda fase, tras haber alcanzado la dilatación completa, comienzan los pujos para lograr que el bebé salga definitivamente del canal de parto.
El expulsivo comienza cuando termina la fase de dilatación, es decir, cuando el cuello del útero alcanza los 10 centímetros.
En ese momento comienza la fase de empujar, lo que no significa que debas pujar inmediatamente. De hecho, forzar los pujos puede ser peligroso, por lo que hay que esperar a que la mamá esté lista.
Normalmente, antes llegar a la fase activa del expulsivo se produce una fase no expulsiva o de descanso en la que la mujer está más somnolienta. Gradualmente se va pasando a un estado más activo y, en cuanto se sientan unas fuertes ganas de empujar, se debe empezar.
El problema es que la mayoría de mujeres que se administran la epidural no suelen notar tanto las ganas de empujar, por lo que deben ser asistidas por los profesionales de la salud que se encuentren con ellas para que las indiquen cuándo deben empujar. No obstante, las dosis de anestesia cada vez se administran mejor de tal manera que la mujer puede no sentir el dolor fuerte de las contracciones, pero sí notarlas, así como las ganas de empujar.
Tipos de pujos
- Espontáneos: son aquellos que la mujer realiza libremente, cuando siente ganas de empujar. Esto suele suceder con cada contracción y son breves, duran unos 5 segundos. Es beneficioso acompañarlos de una expulsión de aire, mejor que retenerlo.
- Dirigidos: son aquellos ordenados por el personal sanitario, generalmente, una matrona. Mediante la observación del monitor, la matrona te indicará cuándo estás teniendo una contracción y debes aprovechar para empujar y ayudar a la salida del bebé. Los mejores pujos dirigidos son aquellos que se producen con la glotis abierta. Es la llamada Maniobra de Valsalva que consiste en que, con la llegada de la contracción, la mujer debe coger mucho aire y empujar reteniéndolo.
Sea como sea el pujo, se debe empujar hacia la misma zona, la zona del recto, donde se sienten las ganas de empujar. Se tiene que empujar con todas las fuerzas posibles para ayudar al bebé a atravesar 4 planos diferentes del canal de parto por los que necesita ir rotando y descendiendo hasta que su cabeza corone. Lo ideal es realizar 2-3 pujos efectivos en cada contracción seguido de un periodo de descanso.
Este periodo, en primerizas, suele durar entre 2 y 3 horas. En mujeres que ya han dado a luz se suele acortar a una hora.
Una vez el bebé corona, su cabeza va saliendo poco a poco hasta que queda en el exterior. En ese momento los hombros se acomodan al canal del parto y el resto del cuerpo sale en la siguiente contracción.
¿Qué postura es la mejor?
Hay muchas posibilidades, pero lo mejor siempre es escoger aquella que te resulte más cómoda y te ayude a empujar con mucha fuerza:
- De pie o en cuclillas: no es muy habitual, pero cuenta con la ayuda de la fuerza de la gravedad. Reduce el número de episiotomías, aunque pueden producirse mayores desgarros perineales.
- A cuatro patas: esta postura favorece la rotación y descenso del bebé y protege la zona perineal.
- Semisentada: sentada sobre la cama con las piernas flexionadas. Es muy adecuada con el uso de la epidural y abre la zona pélvica, protegiéndola.
- Decúbito lateral o Sims: tumbada de lado con las piernas flexionadas. Esta es la mejor postura para proteger el periné.
- Litotomía: tumbada boca arriba con las piernas flexionadas. Es la postura habitual que se adopta en los hospitales. Es más cómoda para el médico aunque aumenta las posibilidades de partos instrumentalizados y episiotomías.
Fuentes:
- El periodo expulsivo. Federación de Matronas http://www.federacion-matronas.org/rs/109/d112d6ad-54ec-438b-9358-4483f9e98868/431/rglang/es-ES/filename/expulsivo.pdf
- Posiciones en el expulsivo: Federación de Matronas http://www.federacion-matronas.org/rs/110/d112d6ad-54ec-438b-9358-4483f9e98868/ed0/rglang/es-ES/filename/posiciones.pdf
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