¡Qué ricas están las croquetas!

Con una textura suave y cremosa, blanditas, fáciles de masticar y de tragar…¿A quién no le gustan unas buenas croquetas caseras? Seguro que es uno de los platos preferidos de tus hijos. Apetecen tanto en frío como en caliente, riquísimas en la fiambrera. Sin embargo ¿qué sabemos de su aporte nutricional?

Las croquetas se preparan a partir de una masa elaborada con bechamel y diferentes ingredientes. Se rebozan con harina (opcional), huevo y pan rallado y finalmente se fríen en abundante aceite de oliva bien caliente.

El ingrediente principal de la salsa bechamel es la leche, un alimento nutricionalmente muy completo que contiene proteína de alto valor biológico y es rico en calcio. Así las croquetas son una buena manera de agregar una ración de leche a la alimentación diaria y aprovechar todos sus nutrientes.

El rebozado y el frito es lo que más aumenta su aporte calórico. Cuando freímos un alimento enriquecemos su contenido graso, por lo que suben las calorías de forma importante. Lo compensaremos acompañando las croquetas de un plato más ligero como una ensalada o unas verduras. Y si preferimos una versión menos calórica ponemos las croquetas rebozadas con pan rallado al horno para que queden tostaditas y crujientes.

Hay muchas versiones para preparar las croquetas y es una forma fácil de comer carne o pescado. Como son tan blandas resultan perfectas para cuando los bebés aún con pocos dientes empiezan a participar de la comida familiar, o cuando ya son más mayores y les cuesta masticar la carne.

Para incluir una ración de pescado en el menú semanal prepara unas deliciosas croquetas de bacalao, o unas de merluza y gambas. Y para comer verduras de una forma divertida, unas croquetas de zanahoria o espinacas. Luego están las croquetas de queso, de jamón, de setas, con patata...para ampliar el surtido.

Es un plato que puedes hacer con antelación, por ejemplo un domingo por la tarde, con la ayuda de tus hijos que les encantará convertirse en chef por un rato. Ponles un delantal, a lavarse las manos y ¡listos para hacer bolitas!