La lactancia materna es el mejor alimento que podemos ofrecer a nuestros hijos desde que nacen. Durante el embarazo los pechos se preparan para “fabricar” la leche materna: estos se agrandan y se produce la interacción de varias hormonas como la prolactina, estrógenos y progesterona que se encargan de preparar al cuerpo para la producción de leche materna.
Hoy queremos hablarte sobre las primeras semanas de lactancia, cómo y cuándo se produce la “subida de la leche” además de brindarte recomendaciones para este periodo. ¡Sigue con nosotros!
¿Cómo se produce la leche materna?
Al momento del embarazo las hormonas como estrógenos, prolactina, progesterona y lactógeno placentario van preparando al cuerpo para dar de mamar. Los pechos crecen, la areola se oscurece y se desarrollan las glándulas de Montgomery. La oxitocina y la prolactina se producen en el embarazo pero no actúan hasta el momento del parto.
En el momento del parto, cuándo se expulsa la placenta, los niveles de hormonas que teníamos durante el embarazo disminuyen, excepto la prolactina y la oxitocina que comienzan a funcionar. Así los pechos comienzan a producir una gran cantidad de leche.
Cada pecho está formado por grasa, arterias, venas y una glándula mamaria. La glándula mamaria se divide en lóbulos, lobulillos y alvéolos (es como un pequeño racimo de uvas) y a su vez los alvéolos contienen lactocitos que son los encargados de fabricar la leche, capilares por donde pasa sangre que lleva los nutrientes a los lactocitos además de células musculares y nerviosas.
Cuándo es el momento de comenzar a dar de mamar al bebé, los alvéolos se llenan de leche, cuándo el bebé succiona, los nervios envían señales al músculo que presiona y “exprime” el pecho haciendo que la leche sea expulsada.
¿Qué es la subida de la leche y cuándo se da?
Cuando el bebé nace, siempre que sea posible y para que la lactancia sea eficaz, es importante que esta se inicie cuanto antes. El contacto piel con piel hace posible la regulación de la temperatura corporal del bebé, la estabilidad cardiorrespiratoria así como la producción de leche en la mamá.
La composición de la leche materna varía durante las tomas y a lo largo de la lactancia. Tras el nacimiento del bebé, los pechos maternos comienzan a producir el llamado calostro, una leche rica en inmunoglobulinas y perfectas para el bebé en sus primeros días.
La llamada subida de la leche se produce entre el tercer y cuarto día del nacimiento del bebé. Es cuándo se comienza a fabricar la leche madura, es una leche más fluída que el calostro y se produce mucha mayor cantidad, por este motivo los pechos se notan más llenos, tensos y algo calientes.
Esta leche contiene todos los nutrientes que el bebé necesita y va variando en composición a lo largo de la toma. Al comienzo es una leche acuosa rica en azúcares para aportar, además de nutrientes, hidratación al bebé y al final es rica en grasas para aportar saciedad.
Normalmente, si el bebé se está alimentando bien y no hubo problemas al inicio del amamantamiento, la subida de la leche no supondrá ningún inconveniente. Pero hay algunas mamás que presentan algunos problemas tras la subida de la leche.
Inconvenientes tras la subida de la leche y soluciones
Como hemos comentado, la subida de la leche se produce unos días después del nacimiento del bebé, es la leche madura posterior al calostro. Por lo general si el bebé se enganchó correctamente al pecho y mama lo suficiente no existen inconvenientes, aunque muchas veces esto no ocurre hasta unas semanas después y se van presentando algunos problemas:
- Dolor o sensibilidad: es normal que al inicio de la lactancia se experimente cierta sensibilidad mamaria o dolor, esto puede ser por un mal agarre o bien por una sensibilidad propia. A medida que pasan los días, si el bebé agarra bien el pecho, esta sensibilidad va pasando.
- Ingurgitación o congestión mamaria: luego de la subida de la leche, por lo general en los primeros días que el bebé se cansa más al mamar, puede pasar que los pechos se llenen demasiado porque el bebé no los vacía bien y estos se vuelvan duros, con algunas zonas rojas y calientes. Esto se conoce como ingurgitación mamaria.
Si este es tu caso, lo ideal es darle de mamar al bebé todo lo que sea posible y corroborar que el agarre sea correcto y esté succionando bien. Así mismo, utilizar compresas frías o calientes sobre el pecho y realizar masajes para la extracción manual de la leche, puede aliviar el dolor y la congestión.
- Dificultad en el agarre del bebé al pecho: esto puede producirse por la misma ingurgitación, al estar el pecho duro el bebé no puede agarrarlo correctamente. Algunas técnicas como el vaciado manual antes de poner al bebé al pecho puede ser de ayuda.
Así mismo es de ayuda acudir a un profesional de la lactancia para que verifique si el bebé está agarrando bien el pecho y si no lo está haciendo enseñarle a hacerlo.
- Grietas en el pezón: las grietas en el pezón es otro de los inconvenientes más comunes tras la subida de la leche, pueden llegar a ser dolorosas y hacer que la lactancia se dificulte. Las grietas pueden producirse por un mal agarre del bebé al pecho o también por pezones sensibles y secos.
Para corregir las grietas es indispensable mejorar el agarre del bebé, cambiarlo de posición al amamantar, colocar leche materna en el pezón para hidratarlo y ayudar a la cicatrización, además tiene propiedades antibacterianas y evitar el uso de cremas o jabones que sean irritantes para la piel.
- Mastitis: algunas mujeres son más propensas que otras a desarrollar mastitis. Se trata de una inflamación en los conductos mamarios por alguna obstrucción de los mismos, esto puede ser debido a que el bebé no está succionando lo suficiente o no se lo cambia de posición al mamar, por lo tanto los conductos que quedan sin vaciar se obstruyen.
Así mismo puede darse por una bacteria, estas pueden ingresar cuando existen grietas en el pezón. Para mejorar la mastitis es importante que sigas dándole de mamar a tu bebé, intentando cambiar de posición durante la toma para asegurar que vacíe todos los conductos.
Además puedes aplicar calor en el pecho antes de dar de mamar, esto aliviará el dolor y ayudará al flujo de la leche. Aplica frío luego de cada toma para disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Es importante destacar que si tienes mastitis, además de seguir estos consejos, acudas siempre a tu médico para que valore y de las indicaciones adecuadas.
¿Cómo sé si se está alimentando bien?
Esta es una de las preguntas recurrentes que podemos hacernos las mamás, ¿se estará alimentando bien mi bebé? ¿cómo puedo saberlo? Por este motivo te daremos algunos signos para que veas si tu bebé está bien alimentado.
- Mama con frecuencia en el día, entre 8 y 12 veces.
- Está tranquilo después de mamar y deja el pecho por sí solo.
- Moja entre 6 y 8 pañales al día.
- Aumenta de peso según lo estipulado, entre 150 y 250 gr por semana.
- Cuando está despierto está alerta y activo.
Si tu bebé no se está alimentando correctamente notarás que el bebé está somnoliento, sin energía, tarda poco en mamar y se duerme con facilidad, no ha recuperado su peso de nacimiento (a los 10 días de vida ya recuperan el peso que tenían al nacer).
Como sabemos, los beneficios de la lactancia materna son múltiples, es importante comenzar cuánto antes con la misma para aportar al bebé todos los beneficios, tanto del calostro como de la leche materna cuando se produce la subida de la leche. Esperamos que estos consejos sean de ayuda para tener ¡una lactancia eficaz!
Preguntas frecuentes sobre subida de la leche
Puedes sentir que los pechos se llenan mucho de leche, que están tensos y más sensibles.
Poner a tu bebé al pecho para que mame, las hormonas que estimulan la producción de leche se segregan por el estímulo de succión del bebé. Por lo tanto mientras más te pongas al bebé al pecho más leche producirás.
No, esto no quiere decir que no tengas leche, sino que mientras el bebé mama se va produciendo la leche.
Etapa vital
Deja un comentario