Estás buscando bajar de peso, oyes que tu vecina está haciendo la dieta de la alcachofa, tu compañera de trabajo la de la piña y te preguntas si tú puedes seguir alguna de estas dietas… Las dietas milagrosas son cada vez más populares, pero también son muy peligrosas, sobre todo porque no son dietas que se ajusten a la situación particular de cada persona.
Hoy queremos hablarte un poco sobre estas dietas, qué peligros conlleva y por qué son tan populares.
¿Qué son las dietas milagrosas?
En la sociedad actual vivimos invadidos por imágenes de cuerpos perfectos, que muchas veces hacen que nos frustremos, invitándonos a seguir esos cánones de belleza poco reales. Así mismo, esto ha provocado que en el mercado existan numerosos tipos de dietas para poder lograr el objetivo de adelgazar.
Las dietas milagrosas son ese tipo de dietas que te aseguran una pérdida de peso en poco tiempo, es decir proponen soluciones inmediatas y resultados rápidos, pero… ¿a costa de qué? De privarse de alimentos y calorías, llevándonos a un déficit de nutrientes.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) existen ciertas señales para darnos cuenta de que estamos frente a una dieta milagrosa. Estas son:
- Promesa de una rápida pérdida de peso (más de 5kg al mes o más de 1kg por semana).
- Afirman que se puede lograr esa pérdida de peso sin esfuerzo.
- Anuncian que son seguras para la salud.
¿Son buenas para adelgazar?
Claro está que al restringir calorías y nutrientes se desciende de peso en poco tiempo, lo que puede acarrear diferentes problemas para la salud y además al llamado efecto rebote. Esto quiere decir que al no ser una solución permanente, porque no se puede seguir con una dieta así indefinidamente, al terminar esta dieta el peso que se perdió se vuelve a recuperar.
Las dietas milagrosas más populares
Las dietas milagrosas pueden clasificarse a grandes rasgos en tres grupos:
- Dietas hipocalóricas extremas: estas dietas aportan muy pocas calorías respecto a las necesidades de la persona, pudiendo aparecer déficits de nutrientes y siendo peligrosas para la salud.
- Dietas disociativas: esta dieta se basa en no combinar macronutrientes, es decir que solo se consume un macronutriente por comida bajo el fundamento de que nuestro cuerpo no puede digerir y metabolizar las proteínas, los hidratos y las grasas al mismo tiempo.
- Dietas excluyentes: eliminan algún nutriente como por ejemplo dietas ricas en grasas y pobre en hidratos de carbono como la cetogénica, o las dietas hiperproteicas como la Dukan.
Las dietas más populares son la dieta Atkins o la Dukan, la dieta del grupo sanguíneo, la dieta disociada, la dieta de la piña, la de la alcachofa, entre otras muchas.
Este tipo de dietas carecen de fundamento científico y son muy peligrosas para la salud.
Los peligros de las dietas milagrosas para la salud
Las dietas milagrosas pueden ser muy perjudiciales, sobre todo si son dietas que se extienden en el tiempo. La Federación Española de Nutrición Alimentación y Dietética advierte que estas dietas pueden aumentar el riesgo de padecer diabetes, problemas cardiovasculares, alteraciones renales o hepáticas.
Así mismo, este tipo de dietas pueden producir déficit de vitaminas, minerales, proteínas, pueden tener efectos psicológicos negativos, además de que contribuyen a adquirir malos hábitos de alimentación al no recibir una correcta educación alimentaria. Puede acarrear trastornos de la conducta alimentaria como bulimia o anorexia y favorecen el efecto rebote.
¿Qué dieta tengo que hacer para bajar de peso?
La mejor dieta que puedes realizar es aquella que aporte todos los macro y micronutrientes necesarios para la salud, además de realizarlas bajo supervisión de un profesional.
Las dietas de adelgazamiento deben reducir la ingesta calórica, principalmente a partir de grasas, sobre todo grasas saturadas y formar a la persona en la incorporación de hábitos alimenticios saludables.
La mejor dieta para adelgazar es aquella que incluya una gran variedad de alimentos y que sea adecuada a nivel calórico para cada persona. Es necesario consumir diariamente frutas y verduras de estación, cereales preferentemente integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva; carnes magras, pescados y huevos si se sigue una dieta omnívora, siendo muy importante la hidratación con al menos 2 litros de agua al día.
Conviene evitar o reducir la ingesta de alimentos procesados como la bollería industrial, la comida rápida y bebidas azucaradas, y realizar ejercicio físico moderado diariamente.
¿Has realizado alguna vez una de estas dietas milagrosas? Ahora que ya te contamos un poco sobre las complicaciones que puede traer seguir este tipo de dietas, ¿te animas a realizar un tipo de cambio en tu alimentación, que sea duradero en el tiempo?
Etapa vital
Referencias
- Scielo. Las dietas y productos "milagros". Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322013000400023
- Scielo. Nutrición Hospitalaria. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0212-16112013001100009
- Scielo. Los mitos alimentarios y su efecto en la salud humana. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-48662017000300392
- Fundación Diabetes. Las dietas milagro no existen. Recuperado de: https://www.fundaciondiabetes.org/general/articulo/99/las-dietas-milagro-no-existen
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