Tip saludable: lo más básico y sencillo para comer bien siempre

Cuando queremos aprender a comer mejor buscamos información sobre los nutrientes que necesitamos, cuántas calorías podemos ingerir o en qué cantidades precisas y con qué frecuencia deberíamos comer cada alimento. 

Todo ello está muy bien, ya que cualquier tip saludable puede ayudarnos a mejorar nuestra alimentación.

Pero a veces queremos hacerlo tan bien que se nos olvida prestar atención a lo más básico, a los pilares fundamentales de una nutrición adecuada. 

Sin ellos no importará que pesemos nuestras raciones o elijamos cada alimento en función de los nutrientes que nos aporta, porque son la base para comer bien. 

Además, estos aspectos constituyen la forma más simple y menos demandante de mejorar nuestra alimentación. Es decir, que cualquier persona puede entenderlo y ponerlo en práctica.

Por ello, a continuación hablamos de esos tips saludables esenciales, tan básicos que a veces los pasamos por alto.

Tip saludable para empezar con buen pie

Muchas personas quieren mejorar su alimentación, pero se agobian porque empiezan la casa por el tejado. 

Es muy positivo querer optimizar todo lo posible nuestra nutrición, prestando atención a los nutrientes y kilocalorías que ingerimos o a los momentos en los que necesitamos reforzar nuestra ingesta con determinados alimentos.

Lo que ocurre es que, si es algo nuevo para nosotros, centrarnos desde un primer momento en cosas tan específicas y complejas puede hacer que tiremos la toalla antes de empezar.

Para evitarlo debemos poner en práctica el tip saludable por excelencia: tener una alimentación variada, equilibrada y moderada. 

Poniendo esto en práctica ya habremos avanzado mucho porque, aunque todavía no prestemos atención al detalle, estaremos reforzando los pilares de una buena alimentación.

De hecho, sin estos aspectos no podremos alcanzar un estado nutricional óptimo. 

Para asegurar que nuestra alimentación sea variada y equilibrada tendremos que comer alimentos de todos los grupos (cereales, verduras, pescados, frutas…).

Podremos lograr que nuestra alimentación sea moderada consumiendo las cantidades adecuadas a nuestras necesidades y en función del tipo de alimento. 

Es cierto que podríamos dedicarnos a hacer un estudio profundo y detallado, pero para comenzar a adquirir el hábito de una alimentación saludable no es algo indispensable. 

Al principio lo importante será evitar perder la motivación por comer mejor, aunque tengamos que ser menos perfeccionistas.

Evitar los atracones, compensar con ingestas saludables aquellas comidas o alimentos menos saludables, minimizar o evitar estos últimos…

Aplicando el sentido común y casi sin esfuerzo podemos mejorar mucho estos tres aspectos e incluso conseguir que se conviertan en una rutina.

Tip para favorecer y mantener una alimentación saludable

Este consejo puede parecer que no está relacionado con los tips saludables de nutrición, pero sí que lo está.

De hecho, es una estrategia ideal para incorporar una alimentación sana a nuestro día a día casi sin darnos cuenta.

Se trata de cocinar en casa, de preparar tú misma aquello que vas a consumir.

Cuando no tenemos nada preparado, la nevera está vacía o simplemente no nos apetece cocinar, recurrimos a la comida a domicilio que es, en la mayor parte de los casos, comida rápida y poco o nada saludable.

Cabe destacar que aquí no estamos contemplando como «cocinar en casa» eso de echar mano de platos precocinados y rápidos.

Y es que este tipo de comidas, al fin y al cabo, también es una forma de comida rápida, solo que envasada y almacenable en casa.

Hablamos por tanto de dedicar tiempo a la cocina de toda la vida, esa en la que los platos se elaboran a partir de productos frescos y con procesos que nos permiten extraer todo su sabor y nutrientes.

Si no tienes tiempo entre semana, planifícate para preparar comidas que puedas congelar o tener en la nevera. 

En solo una tarde, si te organizas bien, puedes preparar suficiente cantidad y variedad para toda la semana, asegurándote así de que comerás casero todos los días.

Además, cocinar tú mismo te facilita adquirir el tip saludable anterior, sobre todo en relación a la variedad y el equilibrio de tu alimentación.

Y es que, encargándote de preparar tus propias comidas serás más consciente de los alimentos consumes y cuánto comes.

Tip saludable para una mejor alimentación y una vida más sosegada

A menudo la alimentación paga los platos rotos de una vida ajetreada.

Cuando hay muchas cosas que hacer, una gran carga de trabajo o la prisa se apodera del día a día muchas personas, conscientes o no, sacrifican su alimentación.

En esos casos es habitual que haya un descontrol en los horarios para comer o que, directamente, no se haga algunas de las comidas del día.

Ambas cosas son muy desaconsejables por múltiples motivos y, por tanto, debemos evitarlas.

Si retrasamos nuestra hora de comer, en el momento de sentarnos ante un plato de comida es muy probable que ingiramos una cantidad mucho mayor de la que necesitamos.

Lo mismo ocurre cuando nos saltamos una comida. Cuando por fin nos sentamos a comer, tenemos tanta hambre que sin percatarnos comemos más de la cuenta. 

Además, esto también propicia que comamos a toda velocidad, algo que tampoco es recomendable. 

Por otro lado, ir siempre deprisa y corriendo suele favorecer las comidas rápidas, insuficientes y/o nada equilibradas.

Por todo ello, es importante reservarnos un tiempo razonable para comer, respetar los horarios y, por supuesto, no saltarnos ninguna comida.

A lo largo del día deberíamos hacer 5 comidas: las tres principales (desayuno, comida, cena) y dos pequeñas ingestas o tentempiés, uno a media mañana y otro a media tarde.

Como ves estos tips saludables o consejos para mejorar tu alimentación son muy sencillos, pero, como ya dijimos, son la base sobre la que se asienta una nutrición adecuada.

Poniéndolos en práctica puedes cambiar por completo tu forma de comer y conseguir que la alimentación saludable sea una rutina más de tu día a día.

Además, todos ellos nos reportan beneficios adicionales, desde ahorrar en la cesta de la compra preparando nuestras propias comidas hasta llevar una vida más sosegada y con menos estrés.