¿Dolor, articulaciones, menopausia?: así se relacionan estos aspectos

¿Dolor, articulaciones, menopausia? ¿Existe alguna relación entre estos tres aspectos?

Los sofocos son el síntoma de la menopausia más conocido entre la población general. No ocurre lo mismo con el dolor en las articulaciones.

Aunque no suele identificarse como un síntoma clásico de menopausia, el dolor articular es un motivo de consulta frecuente durante la transición a la menopausia.

En este artículo abordamos el dolor de articulaciones que experimentan muchas mujeres en esta etapa de su vida. 

La menopausia y sus síntomas

La menopausia es una etapa fisiológica normal en la vida reproductiva de las mujeres y no debe considerarse como una enfermedad. No obstante, es un periodo en que pueden darse una serie de síntomas, más o menos molestos, que pueden afectarnos y ser motivo de consulta.

La menopausia es una de las fases de la época denominada climaterio, un periodo que marca el paso de la etapa fértil a la etapa de reposo ovárico, es decir, ausencia completa de menstruación. Es un periodo largo y caracterizado por cambios morfológicos, funcionales y psicológicos, que comprende varias fases:

• Premenopausia. Empieza a disminuir la reserva ovárica y a producirse los primeros cambios como la irregularidad de los ciclos menstruales, mayor sequedad en la piel y las mucosas o los primeros sofocos. Todo ello puede también producir alteraciones del ánimo. Puede iniciarse sobre los cuarenta años. En esta etapa la mujer aún puede quedar embarazada
• Perimenopausia. Es la fase que abarca un periodo de doce meses desde la última menstruación. Se dan los mismos síntomas que hemos mencionado y deben tomarse precauciones para no concebir.
• Menopausia. Ya no hay menstruación. Se sitúa entre los 48 a 55 años. Esta etapa se prolonga hasta la postmenopausia que es la etapa de la vida anterior a la vejez o edad senil.

En esta larga etapa del climaterio, nuestro cuerpo debe adaptarse a los vaivenes y cambios hormonales que pueden dar lugar a los síntomas más comunes que se asocian a la menopausia como son los sofocos, la sudoración nocturna y la sequedad vaginal y que son diferentes en cada mujer.

Los síntomas vasomotores (sofocos) y vaginales (sequedad) son los únicos que han sido reconocidos por estudios científicos como asociados a la menopausia.

Sin embargo, se han descrito otros síntomas que suelen darse en esta época de la vida de la mujer y que se presumen relacionados con el cambio hormonal, entre ellos el dolor articular.

Dolor articulaciones: ¿menopausia, envejecimiento u otros motivos?

El dolor articular o artralgia es un síntoma no una enfermedad en sí y debe buscarse el origen del trastorno, que, habitualmente se relaciona con enfermedades, como la artritis, que causan inflamación y dolor en rodillas, hombros, muñecas o cadera, entre otras articulaciones, y que afectan a la calidad de vida.

La sintomatología habitual de la artralgia es la siguiente:

• Dolor agudo en una o más articulaciones, como pinchazos.
• Enrojecimiento.
• Aumento local de la temperatura en la zona afectada.
• Dolor al mover la articulación.

A pesar de no estar reconocida científicamente como uno de los síntomas característicos de la menopausia, la artralgia es señalada por más de la mitad de las mujeres, perimenopáusicas y menopáusicas, como una de las manifestaciones más frecuentes en esta etapa de la vida.

Aunque no se haya establecido una relación clara entre la menopausia y la artralgia, su aparición conjunta hace pensar en una correlación cuyo origen se busca en el cambio hormonal. De hecho, se han demostrado algunas interacciones entre las hormonas sexuales y las vías que procesan el dolor. 

Otro punto que vincula la artralgia con las hormonas es la demostración de cómo la Terapia Hormonal de Reemplazo (THR) tiene un efecto benéfico sobre el dolor articular, estableciendo una posible ligazón con la disminución de los niveles de estrógenos.

El periodo de la perimenopausia y de la menopausia es una etapa que coincide con la aparición de afecciones osteoarticulares como la osteoporosis. La pérdida de masa ósea comienza antes de la desaparición completa de la menstruación. Recordemos que la sintomatología debida al desorden hormonal propio de la premenopausia pueden manifestarse y durar varios años antes de la menopausia.

¿Qué podemos hacer para prevenir o mejorar el dolor de articulaciones en la menopausia?

Es un hecho cierto la coincidencia habitual entre la aparición del dolor articular en la etapa de la menopausia, así que, sea cual sea el origen de la artralgia, podemos poner en práctica diferentes estrategias para prevenirlo y evitar que vaya a más si ya ha aparecido.

Las medidas que citamos a continuación conviene ponerlas en práctica en el periodo de transición a la menopausia y durante la duración de ésta.

• Llevar una alimentación variada y saludable y evitar el sobrepeso y la obesidad. Además del beneficio para la salud en general, el exceso de peso sobrecarga las articulaciones y está relacionado con un incremento de la sequedad vaginal y los sofocos.
• Hidratarnos adecuadamente.
• Llevar una vida activa y hacer ejercicio regularmente.
• Abandonar el tabaquismo si aún se tiene este perjudicial hábito. En la etapa del climaterio, incrementa la posibilidad de padecer sofocos.
• Si ha aparecido el dolor articular, conviene que acudamos a un especialista o lo comentemos con nuestro médico si acudimos a consulta para abordar la llegada de la menopausia. El doctor evaluará el origen del dolor y nos prescribirá el tratamiento más adecuado sea un suplemento, analgésico, AINE, THS u otro.

Cómo ves el dolor en las articulaciones sí puede estar relacionado con la menopausia, aunque también puede tener otras causas y, por tanto, es conveniente acudir al médico si experimentamos este problema en alguna articulación.

Esperamos que esta información te haya resultado útil y que hayamos podido resolver algunas de tus dudas.