Preocupados por proteger a su hijo de bacterias e infecciones, muchos padres se obsesionan con la esterilización. Lo cierto es que es muy importante una buena higiene de los biberones, tetinas y chupetes ya que entran en contacto con la boca del bebé, pero no es necesario esterilizar los biberones más allá de los 4 meses.
Los pediatras aconsejan esterilizar todos aquellos objetos que el bebé se vaya a llevar a la boca al menos hasta el 4º mes de vida, momento en que los niños avanzan en su desarrollo psicomotriz y comienzan a llevarse cualquier objeto a la boca, por lo que la esterilización de biberones y chupetes deja de tener sentido.
Asimismo, hay que tener en cuenta que los recién nacidos no tienen totalmente desarrollado su sistema inmunitario, por lo que un mal lavado de estos objetos puede derivar en una infección. Sin embargo, para que el niño desarrolle sus propias defensas es necesario que entre en contacto con bacterias y gérmenes habituales en su entorno, por lo que a partir de los 4 meses es conveniente mantener una higiene cuidadosa, pero sin necesidad de esterilizar.
Eso sí, siempre hay que lavar con esmero los biberones, chupetes, vasos y cubiertos que el niño use, o bien con agua caliente y jabón o en el lavavajillas, tanto después de cada uso como si se caen al suelo. Además, se recomienda seguir esterilizando hasta los 6 meses los chupetes y tetinas cada 15 días para eliminar posibles bacterias, así como cambiarlos frecuentemente (cada 3 meses más o menos).
Para esterilizar puedes usar un esterilizador de calor o de frío, o bien introducir los objetos en agua hirviendo unos minutos. Un programa de más de 90 ºC del lavavajillas también sirve para matar los gérmenes.
Nunca seques estos objetos con un trapo ya que, a no ser que esté recién lavado, puede contener gérmenes que pasen de nuevo a ellos. Déjalos secar al aire.
En cuanto a los juguetes y otros objetos que el bebé se lleve a la boca habitualmente, se recomienda lavarlos frecuentemente, especialmente si se han manchado, pero no es necesario que los esterilices.
En resumen, es conveniente esterilizar los biberones hasta los 4 meses de vida del bebé, pero lo más importante es lavarlos bien después de cada uso para evitar que queden posibles restos de leche que puedan dar lugar a la aparición de gérmenes.
Etapa vital
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