La episiotomía y cómo puedes evitarla

Al pensar en el parto seguro que te surgen múltiples preguntas, algunas de ellas, es posible que tengan relación con la episiotomía y todo lo referente a ella. En este post resolvemos tus dudas para que llegues al momento del parto lo más informada posible de todos los procedimientos. 

¿Qué es la episiotomía?

Se trata de una incisión que se realiza en el anillo muscular del periné, situado justo a la salida de la vagina cuando el bebé está a punto de nacer. Es el espacio que hay entre la vagina y el ano. Mediante este corte se ganan unos 3-4 cm de apertura. 

¿Cómo se realiza? 

Tras aplicar anestesia local o epidural, el corte se lleva a cabo con tijeras o bisturí y requiere puntos de sutura, generalmente reabsorbibles. 

¿Es siempre necesaria?

La episiotomía solo se realiza cuando la matrona y/o el obstetra considere necesario agrandar el canal vaginal en los siguientes casos: 

• Cuando se trata de un parto instrumentalizado y el ginecólogo considera que es necesaria la episiotomía para facilitar la salida del bebé. 
• Cuando hay sufrimiento fetal y es necesario sacar al niño cuanto antes. 
• Cuando se quiere evitar desgarros vaginales innecesarios y no controlados en la madre. 

¿Cuándo se hace?

Suele hacerse en la fase del expulsivo, cuando el bebé ha coronado, pero le falta espacio para salir y “abomba la corona”, y justo en el momento de una contracción. 

¿Qué cuidados posteriores requiere?

Tras el parto, aplicar hielo en la zona ayuda a desinflamarla y a calmar el dolor tras la desaparición del efecto de la anestesia local o la epidural. Durante los días en el hospital, el personal sanitario suele proporcionar analgésicos para el dolor. 

Las pautas de cuidado principales son: 

• Mantener limpia la herida. 
• Tras la ducha o la limpieza de la zona, sécala muy bien. 
• Usa compresas postparto de algodón tocológico y cámbialas con frecuencia para que la cicatriz esté siempre seca. 
• Sécate siempre desde delante hacia detrás. 
• Si usas un secador para secar la herida, hazlo de lejos y con aire frío. 
• Siéntate en sillas altas y duras en vez de en sillones bajos y blandos, y siempre apretando los glúteos como medida de protección. 
• Es normal que unos días después del parto notes tirantez y picor en la zona, pero no debes preocuparte ni hacer nada, se trata del proceso normal de cicatrización. 
• Deja la herida al aire siempre que te sea posible. 
• Usa ropa interior de algodón y evita los tejidos que no transpiran. 

¿Se puede evitar la episiotomía?

Es imposible garantizar que no será necesaria una episiotomía cuando llegue el momento del parto, pero sí existen ciertas medidas y prácticas que pueden ayudarte a reducir las posibilidades de que te la realicen: 

• Masaje perineal. Se trata de un masaje que se lleva a cabo introduciendo los dedos en la vagina Se recomienda practicarlo desde la semana 34 de embarazo, como mínimo 4 veces a la semana durante unos 5 o 10 minutos. El objetivo del masaje perineal es conseguir aumentar la flexibilidad de los músculos perineales, ayudando al perineo a distenderse en el parto. 
• Ejercicios de Kegel. Estos ejercicios consisten en la contracción y relajación de la musculatura vaginal, fortaleciendo así todos los músculos del suelo pélvico. 
• Posturas verticales durante la fase de expulsivo. 
• Concienciación por parte del personal sanitario para evitar expulsivos precipitados, alargando más esta fase y empezando los pujos en el momento adecuado. 
• Masaje perineal durante la dilatación y el expulsivo. 
• Protegiendo el periné para que se adapte a la cabeza del pequeño. 

En un parto influyen numerosos factores y algunos de ellos van surgiendo en el mismo momento, por lo que lo importante es que estés tranquila y te dejes asesorar por el equipo de profesionales que te asiste, aunque eso sí, siempre bien informada.