En este artículo…
Estás en... Primer trimestre
Te quedan: 34 semanas
¡La sexta semana de embarazo es muy emocionante! Bueno, puede que empieces a tener ganas de orinar todo el día y que las náuseas no te dejen mucho margen de maniobra… Pero otras cosas increíbles están a punto de pasar, y lo compensan. ¡Te lo prometemos!
Esta semana tú…
Los síntomas del embarazo pueden darse muy pronto, incluso a partir de la tercera semana, o no hacerlo hasta el final del primer trimestre. ¡Depende de cada persona! Si hasta ahora no has notado ningún síntoma, puede que en tu sexta semana de embarazo empieces a sentir algunos cambios en tu cuerpo. Los más habituales son el aumento de sensibilidad y tamaño del pecho y ganas de orinar más frecuentes, ya que tus riñones están trabajando más rápido para eliminar residuos. Otro factor que te hace orinar más es que el útero está creciendo y presiona la vejiga, por lo que hace que sientas la necesidad de ir al baño mucho más de lo habitual.
A esto hay que sumarle las náuseas, que suelen aparecer con más frecuencia en esta semana si es que no lo han hecho todavía. Existen algunos remedios a los que puedes acudir para intentar aliviarlas: el primero y más importante es que te hidrates más (entre 8 y 12 vasos de agua diarios). También puede ayudarte comer más veces al día pero en cantidades más pequeñas: entre 5 y 6 comidas ligeras, para tener digestiones más sencillas.
Otro síntoma que puede aparecer en la sexta semana es el ardor de estómago. Esto es debido a que el músculo que evita que los ácidos estomacales pasen al esófago se relaja. Para minimizar estas molestias, puedes:
- Evitar tumbarte justo después de comer, que es cuando se segregan más líquidos gástricos.
- No hacer comidas muy copiosas ni beber mucho líquido durante las comidas, para reducir el volumen del estómago.
- Evitar alimentos que produzcan acidez, como los cítricos, el picante o la salsa de tomate.
- Beber mucho a lo largo del día y a sorbos pequeños.
- Tomar lácteos, que ayudan a neutralizar la acidez.
Esta semana tu bebé…
Ahora mismo tu bebé tiene, más o menos, el tamaño de un guisante: entre 3 y 5 mm. Aunque su volumen sea muy pequeño, el desarrollo del embrión en la sexta semana de gestación alcanza algunos puntos clave. Para empezar, es en esta semana cuando el tubo neural empieza a cerrarse; el tubo neural es el precursor del sistema nervioso del embrión y dará lugar al cerebro y a la médula espinal. Por este motivo es tan importante que se cierre correctamente, ya que si esto no sucede el bebé puede padecer malformaciones.
Su corazón empieza a latir de forma regular, y lo hace muy rápido: las pulsaciones de un embrión se sitúan en torno a las 150 por minuto. En la sexta semana de embarazo ya puedes apreciar el latido rítmico en una ecografía, aunque no podrás escucharlo hasta la octava o décima semana.
El cuerpo de tu futuro bebé empieza a tomar forma: aparecen dos hoyos a lado y lado de la cabeza que se convertirán en los ojos, y la mandíbula empieza a esbozarse. Verás que el embrión tiene una cola y unos bultitos a los lados del cuerpo: ¡en el futuro, serán sus piernas y brazos!
Cuídate, cuídale
Tu cuerpo está experimentando muchísimos cambios y es normal que te sientas fatigada. Durante las primeras semanas las emociones también se intensifican, así que no dudes en hablar con tu pareja, amigos o familiares sobre cómo te sientes. Incluso puedes visitar a tu médico para hablar con él o ella: tu bienestar emocional es tan importante como el físico.
Atenta a la infección de orina en el embarazo
Orinar con frecuencia es totalmente normal, y también un indicador de que te estás hidratando lo suficiente (recuerda: ¡entre 8 y 12 vasos diarios!). Si no tienes la sensación de estar yendo al baño más de lo habitual, quizá es que necesitas aumentar tu ingesta de líquidos: el agua es fundamental para el desarrollo de la placenta.
Es importante que intentes no aguantarte las ganas de hacer pis durante demasiado tiempo, ya que esto puede acabar provocando una infección de orina. Este riesgo se incrementa a partir de la sexta semana de embarazo, así que procura ir al baño siempre que sientas la necesidad.
Uno de los grandes problemas de la infección de orina durante el embarazo es que uno de los síntomas más habituales, el aumento de las ganas de miccionar, se camufla como un síntoma más del embarazo. Otros síntomas a los que debes prestar atención son:
- Picor, ardor o incluso dolor al orinar.
- Orina turbia o con olor fuerte.
- Sangre o mucosidad al orinar.
Una infección de orina no tratada puede llegar a convertirse en una infección de riñón, así que si notas cualquiera de estos síntomas haz una visita a tu médico para que te dé una solución segura para ti y para tu bebé.
La toxoplasmosis, los gatos y el embarazo
Seguro que más de una vez has oído hablar de la toxoplasmosis. Esta infección se produce a través de unos parásitos que pueden vivir en las células del ser humano y de algunos animales, y puede pasar de la madre al bebé atravesando las paredes de la placenta. Los daños que puede provocar al bebé están directamente relacionados con el momento de la infección: una infección en el primer trimestre tiene consecuencias más graves pero es más improbable, mientras que una infección en el tercer trimestre puede ser más probable pero las consecuencias serán mucho menores.
Mucha gente piensa que si estás embarazada y tienes un gato ya no puedes convivir con él por el riesgo a contagiarte de toxoplasmosis, pero esto no es del todo correcto. El gato no tiene estos parásitos de forma natural en su cuerpo, sino que los adquiere al comer carne cruda de un animal infectado. Si tu gato no sale al exterior (porque vives en un piso, por ejemplo), puedes minimizar los riesgos de que te contagie toxoplasmosis evitando darle de comer carne cruda y limpiando su cajón de arena con regularidad y lavándote las manos rápidamente.
Si el gato sale al exterior deberás tomar mayores precauciones, ya que puede comer ratones, pájaros u otros animalillos que, quizá, contengan este parásito. En este caso, procura limpiar el cajón de arena con guantes y lejía o, mucho mejor, procura que lo haga tu pareja si convives con ella.
Sea como sea, puedes seguir viviendo con tu gato con normalidad y acariciándole: simplemente, evita tocar gatos desconocidos y maximiza la precaución si tu gato tiene acceso al exterior.
Una de las fuentes de contagio más importantes de toxoplasmosis es la alimentación. Las moscas y otros insectos pueden transmitir los parásitos a las frutas. Las verduras pueden contaminarse si, en el suelo, algún animal deja heces infectadas. Los embutidos y la carne cruda pueden contener parásitos procedentes de animales de granjas. Así que para minimizar el riesgo de infección, debes:
- Lavar a conciencia frutas y verduras, incluso las que ya vienen lavadas y embolsadas desde el supermercado.
- Pelar la fruta que vayas a comer cruda.
- No comer carne cruda o poco hecha, ni embutidos que no hayan sido sometidos a procesos de calor elevado.
- Limpiar y desinfectar los utensilios que utilices para cortar carne (cuchillos, tablas…).
- Usar guantes si vas a manipular tierra (en el jardín, en las macetas de casa, etc.).
- Usar guantes para manipular carne cruda, frutas o verduras, y evitar el contacto con ojos y mucosas.
En la consulta
En algunos casos, tu ginecólogo puede querer hacerte una ecografía a partir de la sexta semana de embarazo, aunque es más común hacerlo a partir de la semana 8 de gestación. En esta fase la ecografía es transvaginal, es decir, se realiza a través de la vagina mediante una sonda.
El ultrasonido temprano ofrece muchísima información: en primer lugar, el especialista puede saber si estás esperando un bebé o más o diagnosticar un posible embarazo ectópico. También puede servir para detectar la causa de un sangrado, examinar la placenta o evaluar el riesgo de aborto espontáneo.
Por último, el ultrasonido te permitirá ver por primera vez el latido del corazón de tu bebé: se trata de un momento emocionalmente muy intenso, que puede que te haga llorar, reír… o, simplemente, dejarte sin palabras. Sea cual sea tu reacción, ¡disfruta!
Tu próxima visita
Tu primera visita oficial al ginecólogo está al caer: preguntas sobre tu historial médico, chequeos, analítica… Alguna información útil que puedes anotar para tenerla a mano:
- La fecha de tu última regla.
- Información médica sobre tu familia y la de tu pareja, especialmente la relacionada con defectos congénitos, enfermedades hereditarias, etcétera.
- Si has estado embarazada anteriormente, toda la información relevante que puedas recopilar.
- Enfermedades relevantes que hayas padecido.
- Medicación que estés tomando.
Un consejo muy útil es que empieces a registrar un “cuaderno del embarazo” en el que puedas ir recopilando esta información y también anotar cualquier duda o pregunta que quieras plantearle al personal sanitario. ¡Así lo tendrás siempre todo a mano y bien ubicado!
Tu entorno
En la sexta semana del embarazo, la mayoría de mujeres sienten que su estómago se está volviendo un poco loco. Antojos, náuseas, vómitos, olores que provocan rechazo… Esta semana puede ser complicada, así que sacad punta a la empatía: ¡la hormona del embarazo está haciendo de las suyas!
Puntos clave
- El tubo neural del embrión se cierra esta semana.
- Ya puedes escuchar su corazón mediante ultrasonido.
- Vigila los síntomas de la infección de orina.
- Hidrátate mucho, lo necesitas para formar la placenta.
Deja un comentario