En este artículo…
Estás en… Segundo trimestre
Te quedan: 23 semanas
Estás a punto de llegar al ecuador de tu embarazo. ¡Cómo están pasando las semanas! En esta semana 17, puede ser que te encuentres como una rosa tras ese primer trimestre de náuseas y fatiga, pero también es posible que sufras algunas molestias físicas debido al tamaño de tu bebé y a cómo tus órganos se están reubicando a medida que tu hijo o tu hija crece dentro de ti.
Esta semana tú...
A medida que tu bebé está aumentando de tamaño, el útero sigue expandiéndose: ahora mismo, está a medio camino entre tu hueso púbico y tu ombligo. ¿Y en qué se traduce esto? Principalmente, en dos grandes cambios:
- La expansión del útero a partir de la semana 10 de tu embarazo empieza por comprimir la vejiga (algo que ya hace semanas que has notado y te obliga a ir al baño con mayor frecuencia); a posteriori, el intestino grueso y el intestino delgado se desplazan hacia arriba y hacia los costados del abdomen.
- El crecimiento del bebé puede presionar el nervio ciático, por lo que puedes sentir dolor en la parte inferior o posterior de la espalda, así como en la zona posterior de las piernas.
Por descontado, estas molestias dependen de cada mujer y, si bien es probable que alguna de ellas aparezcan durante el segundo trimestre, no hay una semana definida para la mayoría como, por ejemplo, la rinitis del embarazo, que suele aparecer entre la semana 13 y la semana 21 de gestación. La mayoría de estudios médicos vinculan la rinitis a los cambios hormonales y el aumento del volumen de sangre que da como resultado congestión nasal y estornudos.
En cualquier caso, estamos (casi) seguros de que las molestias de este trimestre no se te harán tan cuesta arriba: tu apetito aumentará, las náuseas y la fatiga han quedado atrás y tienes energía más que suficiente. Además, si tu libido ha vuelto a ti, el aumento del riego sanguíneo en la zona pélvica te ofrecerá relaciones sexuales mucho más satisfactorias, ya que los niveles más elevados de progesterona y estrógeno se traducen en que tus zonas erógenas están todavía más sensibles. Ya sabes, ¡no todo va a ser malo!
Por el contrario, estás en un momento de cambios emocionales: es posible que te preocupe el futuro, el nacimiento del bebé, los cambios en tu vida tras estos meses… Es normal que te estreses un poco, pero es importante que aprendas a gestionar tus emociones, puesto que el nivel de la hormona del estrés puede afectar negativamente a tu bebé filtrándose a través del líquido amniótico. ¡Que quede claro que no te queremos preocupar más, sino darte alternativas! Sal a pasear, habla con tus personas cercanas, relativiza de vez en cuando, haz ejercicio… Encuentra cómo reducir esos niveles de estrés y no dejes que tomen el control de tu día a día. No olvides que dormir bien, hacerte un masaje terapéutico y practicar disciplinas como el yoga o el Tai Chi también pueden ayudarte.
Esta semana tu bebé...
El feto ya mide 13 centímetros. Imagínate una cebolla grande y tendrás una idea aproximada del tamaño actual de tu bebé, que ya pesa 140 gramos. Está muy ocupado almacenando energía para formar tejido adiposo (graso) con el que proteger sus órganos y seguir creciendo.
Si has hablado con el ginecólogo, ya sabrás que ahora los latidos de su corazón ya se distinguen de los tuyos y pueden escucharse mediante un estetoscopio. En paralelo, el cordón umbilical se ha ensanchado para nutrir mejor a tu bebé y la placenta se ocupa de entregar nutrientes y oxígeno a través de miles de vasos sanguíneos. Pero, ¿qué más está sucediendo dentro de ti? Verás...
- La capacidad respiratoria de tu bebé sigue madurando: los pulmones siguen ramificándose y las vías respiratorias producen un fluido que abandona los pulmones cuando el bebé “respira”.
- ¡Las papilas gustativas ya se han desarrollado! Sin embargo, las conexiones nerviosas que regulan los sabores no, por lo que todavía no puede percibirlos.
- En la semana 15, te hablamos del desarrollo del oído, ¿recuerdas? Aunque no es seguro, lo más probable es que esta semana ya pueda oírte.
Cuídate, cuídale
Varios litros de agua, muchas visitas al WC
A riesgo de haberlo comentado ya una docena de veces, concentra tus energías en mantenerte hidratada y en ir bien al baño. ¿Por qué se repiten tanto estos consejos? Principalmente, porque parte del agua que bebes se queda en los tejidos corporales y no en el torrente sanguíneo, por lo que, si no quieres que tu organismo se desequilibre, es importante que bebas de 8 a 12 vasos de agua al día y lo acompañes de fruta (especialmente, aquellas con azúcar, ya que la fructosa del melón, las uvas o las fresas, ayuda a la absorción).
A su vez, el útero suele ejercer presión en la vejiga desde finales del primer trimestre de tu embarazo y, a esto, se une el hecho de que las hormonas pueden dilatar los uréteres y aumentar el riesgo de infección urinaria. ¿En qué se traduce esto? Primero, en que no te aguantes el pis mucho rato, que sigas bebiendo mucha agua y si, sientes escozor o te cuesta orinar, tendrás que visitar al médico, porque es probable que tengas una infección de orina.
Calambres nocturnos, dolores de espalda y movimientos bruscos
¿Has notado calambres nocturnos en las piernas? Estas contracciones involuntarias (¡y dolorosas!) son muy comunes a partir de la mitad del embarazo. Tienen múltiples causas, entre ellas, la compresión de los nervios de las piernas o la menor circulación sanguínea en las zonas periféricas. Para evitar los calambres nocturnos durante el embarazo, haz estiramientos de los músculos de las pantorrillas, mantente activa e hidratada y usa un calzado adecuado para el embarazo.
Sin embargo, hacer ejercicio no va de la mano de movimientos explosivos, rápidos o bruscos: en tu estado, agacharte o flexionar las articulaciones será cada vez más complicado y menos recomendado. Puede que incluso tengas que vigilar bastante tu postura (puedes leer sobre higiene postural) y de fortalecimiento de espalda. Tus nuevos mejores aliados son caminar, la natación y el yoga: ¿por qué no lo aprovechas para iniciar nuevas rutinas?
En la consulta
Esta semana no tienes visita con tu ginecólogo, pero es un buen momento para informarte sobre los beneficios del ejercicio durante el embarazo. Las grandes ventajas de no mantenerse sedentaria durante la gestación van desde un menor número de molestias (dolores de espalda, articulaciones, calambres, etcétera) a menor riesgo de padecer cesárea o diabetes gestacional. No es un mal trato por un rato de ejercicio al día, ¿verdad?
Por el contrario, si antes de quedarte embarazada eras una adicta a la dopamina del deporte, o casi, también aprovecha para preguntar a tu médico si puedes seguir practicando y hasta cuándo y, si no es así, busca alternativas a esa actividad física durante unos meses.
Tu próxima visita
Es posible que, si has necesitado realizarte una CVS (muestra de vellosidad coriónica) o una amniocentesis, como vimos en la semana 16, estas pruebas no hayan dado resultados concluyentes. Si fuera así, a partir de esta semana tu ginecólogo podría plantearte una cordocentesis (muestra de sangre percutánea umbilical) para diagnosticar infecciones, trastornos genéticos o patologías sanguíneas.
Tu entorno
Si la futura mamá ha aumentado su deseo sexual, ya sabes que el sexo durante el embarazo, a no ser que se haya contraindicado por el ginecólogo, es perfectamente seguro y sano para vosotros y para el bebé.
No obstante, esto no es algo que le ocurra a todas las mujeres, por lo que, ante todo, como pareja hay que ser comunicativ@ y empátic@. Esto es muy importante puesto que el embarazo supone un cambio de identidad para la futura mamá: de mujer, a mujer y madre. Además, si te estresa o te genera ansiedad el sexo (por hacer daño al bebé: que sepas que no es posible; por tu nuevo rol, etc.), hablarlo te ayudará a reconectar y a buscar soluciones. Amb@s estáis aprendiendo y os estáis adaptando, no lo olvides ¡y todo irá mejor!
Puntos clave
- El crecimiento del útero puede presionar el nervio ciático: ¡haz estiramientos!
- Tu bebé es como una cebolla grande: 13 cm y 140 gramos.
- El latido de su corazón ya se distingue del tuyo, ¡y ya puede oírte!
- Por desgracia, esta semana quizá te ha regalado una rinitis del embarazo o unos calambres nocturnos…
- El ejercicio es importantísimo para un embarazo sano y evitar el riesgo de cesárea o diabetes gestacional.
- Si tienes mayor deseo sexual, tu cuerpo te está regalando mejores orgasmos y mayor sensibilidad en las zonas erógenas.
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