En este artículo…
Estás en… Primer trimestre
Te quedan: 29 semanas
Si es la primera vez que te quedas embarazada, es posible que la gente todavía no pueda adivinar que vas a ser mamá. El feto, sin embargo, ha duplicado su tamaño en las últimas dos semanas y ya es tan grande como una fresa. En estos momentos, tu futuro bebé debería pesar más de 8 gramos y medir alrededor de 4 cm. ¡Menudo estirón!
Esta semana tú...
Cerca de concluir el primer trimestre de embarazo, tu cuerpo empieza a prepararse para los seis meses que quedan de gestación de tu bebé. Sin embargo, aunque nos sabe mal decirte que la sensación de fatiga y sueño no va a desaparecer de un día para el otro, es probable que vayas recuperando el apetito y empiecen a desaparecer las náuseas matutinas.
Alrededor de esta onceava semana de tu embarazo, muchas mujeres notan molestias en la pelvis provocadas por la comprensión y distensión de los ligamentos redondos, que es la forma en la que tu cuerpo se acomoda a un útero en crecimiento, ya que los ligamentos y los músculos de la zona se están estirando.
Tú, tu embarazo y eructos, gases e hinchazón
Esta sensación de incomodidad en la pelvis puede, de algún modo, desplazarse hacia el abdomen también, ya que a medida que el útero crece, ocupará parte del espacio de tu estómago y tus intestinos y esa presión en el tracto digestivo va a hacer que te sientas más hinchada. Las buenas noticias son que tu peque no siente ninguna molestia y que, si te alejas de refrescos con gas y alimentos que producen hinchazón (frijoles, legumbres, coles, alimentos fritos o con muchas grasas) conseguirás reducir notablemente la sensación de hinchazón.
Si tus tejanos o tu ropa empiezan a apretar, ¡bingo! En el párrafo anterior te hemos descrito al culpable que, junto a la progesterona, incrementa aún más la hinchazón, los eructos y los gases. La razón es que esta hormona relaja el tejido muscular liso del cuerpo para que los nutrientes de los alimentos tengan más tiempo para ser absorbidos por el torrente sanguíneo y lleguen a tu bebé.
Pero la progesterona no es la única hormona que está afectando a tu organismo en estos momentos, vamos a ver qué ocurre con esa sensación de fatiga y con tu pelo y tus uñas. Te adelantamos que no todo es malo, en serio. ¡Sigue leyendo!
Cambios en tu pelo y vello corporal durante el embarazo
Los estrógenos y los andrógenos cambian su patrón habitual de crecimiento durante el embarazo, lo que va a hacer que tu pelo crezca mucho más rápido y se caiga menos: en otras palabras, vas a poder presumir de largos y gruesos mechones en tu melena de futura mamá. Hay algún “problemilla”, eso sí, ya que puede ser que el pelo también se vuelva más seco y graso (algo que puedes mantener bajo control con champú y acondicionador) y que crezca vello en otras zonas del cuerpo. No obstante, hoy día, puedes eliminar este vello con cuchilla, depilación a la cera o láser sin mayores contratiempos o relativizar un poco y estar segura de que, después del parto, todo volverá a la normalidad en pocos meses.
Tus uñas en el primer trimestre de embarazo
Con las uñas, también es un poco el juego de la ruleta. El embarazo puede estimular el crecimiento y la consistencia de tus uñas o puede hacer todo lo contrario, volviéndolas más quebradizas. Si estás dentro del segundo grupo, evita los esmaltes y quitaesmaltes que pueden debilitar todavía más la uña. Como en el caso de tu cuero cabelludo, para bien o para mal, todo volverá a su sitio en los seis primeros meses de maternidad.
¡Cansada de estar cansada!
Este podría ser tu grito de guerra premamá, ¿verdad? Cuando te pasas días enteros sentada o tumbada, puedes empezar a perder la paciencia, pero recuerda que la fatiga del embarazo es totalmente normal. En estos momentos, tu cuerpo está funcionando 24 horas al día y 7 días por semana tanto para la gestación del feto como para la formación de la placenta. Y tiene su parte positiva, porque ya casi has terminado con esto último. En las próximas semanas, te irás sintiendo menos cansada, pero puedes seguir los siguientes consejos para minimizar esta sensación:
- Mantén los niveles de azúcar en sangre altos con comidas breves de carbohidratos complejos y proteínas: queso, nueces, frutos secos… Una buena opción son las nueces (ricas en cobre, magnesio, selenio, zinc, manganeso, potasio, calcio y vitamina E). ¡Puedes comerlas con moderación! y, además, puedes estar tranquila, se ha desmentido que exista riesgo de alergias para el bebé porque la madre coma frutos secos.
- Aunque pueda parecer todo lo contrario, hacer ejercicio puede darte ese impulso de energía que estabas buscando.
- Si sientes que necesitas descansar, ¡descansa! ¿Qué tiene de malo? Con todo lo que está pasando dentro de ti, quizá te mereces un poco más de tiempo de calidad delante de la TV, el ordenador o de un libro, ¿no?
Esta semana tu bebé...
Pasamos de hablar de embrión a hablar de feto cuando nos referimos al futuro bebé. La razón principal es que, en estos momentos, se ha completado la primera fase del desarrollo y el bebé ya tiene una apariencia plenamente humana. Ahora mismo, el feto mide entre 3 o 4 cm de la cabeza a las nalgas y pesa alrededor de 8 gramos. Algunos de los cambios más destacados de esta semana son:
- Aumenta la velocidad en el desarrollo de sus riñones y su sistema genital.
- Empieza a producir glóbulos rojos por sí mismo; en breve, también producirá orina, que es el principal componente del líquido amniótico.
- Aunque todavía no lo percibas, el bebé ya está moviéndose, dando pataditas y moviendo la cabeza, el tronco, las manos… Ya no faltan muchas más semanas hasta que empieces a notarlo, pues, aunque no hay fecha fija, la mamá suele percibirlo entre la semana 16 y la semana 22.
- El diafragma ya está completo y permite al feto realizar movimientos respiratorios.
- Los ovarios o los testículos empiezan a formarse, pero todavía faltan varias semanas para descubrir si es niño o niña; aun así, si es niño, sus testículos empezarán a producir testosterona.
Cuídate, cuídale
Tu rutina laboral durante el embarazo
Durante el tercer mes, muchas mujeres empiezan a preocuparse sobre cómo compaginar adecuadamente trabajo y embarazo. Ante todo es importante remarcar que, en un embarazo sano, puedes trabajar hasta el mismo día de dar a luz. Sin embargo, aquí hay muchos matices, y la legislación laboral de cada país promueve unos tiempos de descanso. Asimismo, en un embarazo de riesgo, esto cambiará radicalmente, mientras que hay otros trabajos en los que es posible que no pueda realizarse la actividad a partir del tercer o cuarto mes. En la medida de lo posible, mantener una rutina será beneficioso, pero también comunicarlo a la empresa y conocer nuestros derechos laborales como futuras madres si trabajamos por cuenta ajena. Entre otros derechos, debes saber que:
- No tienes obligación de comunicar el embarazo en una fecha concreta (aunque suele ser recomendable por cuestiones de riesgo para el bebé y salud de la embarazada).
- Tienes derecho a ausentarte del trabajo para exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto.
- Tienes derecho a no ser despedida por tu condición de embarazada.
- Tienes derecho a solicitar una IT (Incapacidad Temporal) y a adaptar las condiciones y tus tiempos conforme a tu puesto.
Ante cierta inseguridad en el clima laboral debido a tu embarazo, es importante que te apoyes en la legalidad y, si fuera posible, en otras compañeras de confianza que sepas que han pasado por lo mismo. En cualquier caso, debes saber que, en España, estás protegida por ley ante una posible discriminación laboral debido a tu embarazo.
Cuídate por dentro y por fuera
Hay un gran número de actividades que puedes llevar a cabo al entrar en el tercer mes de gestación. Para empezar, te recomendamos que intentes hacer ejercicio con otras personas, lo que te obligará a mantenerte motivada con más facilidad; también puedes disfrutar de una mayor intimidad con tu pareja ahora que las náuseas y la fatiga del embarazo han empezado a reducirse, pero si eres del amplio porcentaje de mamás que han perdido la libido en el primer trimestre, es probable que, en breve, no quieras salir del dormitorio en uno o dos días, ¡quién sabe! En cualquier caso, si no estás de humor para eso, no te agobies más de la cuenta: las ganas volverán.
Vigila los resfriados e ¡hínchate a vitamina C!
Durante todo el embarazo, debes mantener unos hábitos de higiene todavía más estrictos que antes: ahora mismo, tu sistema inmunológico funciona más lento (está centrado en proteger al bebé y evita que el cuerpo luche contra el feto), pero… los resfriados y los virus van a ser más habituales. Para evitarlos, lávate las manos a menudo con agua y jabón (o desinfectante a base de alcohol).
También es importante mantener unos niveles altos de vitamina C, que son básicos para producir colágeno, fortalecer músculos, huesos, cartílagos y vasos sanguíneos del bebé. Tendrás que tomar vitamina C de forma diaria (zumo de naranja, mango, melón, fresas, pimientos, brócoli, col rizada), porque esta vitamina C no puede almacenarse en el organismo.
Por último, es importante mantener una buena higiene bucodental en el embarazo. Aprovecha los chicles sin azúcar, el queso y las nueces para reducir el riesgo de acumulación de placa y cepíllate bien. En estos meses, no suelen recomendarse los blanqueamientos dentales ni las limpiezas bucales debido a que las encías están muy sensibles. En cualquier caso, una boca sana evita partos prematuros, algo que, a priori, nos cuesta relacionar, pero que se ha comprobado científicamente.
En la consulta
Probablemente, esta semana no tengas ninguna cita médica, pues ya habrás programado tu próxima visita prenatal para la semana 12. En cualquier caso, recuerda seguir cuidándote física y mentalmente: si tienes dudas, siempre puedes recurrir a una visita extra para aliviar tus miedos y si, por el contrario, estás sintiendo que todo te supera a nivel emocional, lo mejor será apoyarte en los tuyos o buscar ayuda de un psicólogo o una psicóloga perinatal.
Tu próxima visita
En la semana 12, tienes tu próxima visita prenatal. Esta segunda visita será más corta que la primera y se centrará en las pruebas de detección de posibles anomalías cromosómicas. Del mismo modo que, con tu primera experiencia premamá, puedes estar tranquila y no tienes mucho que preparar para el examen de finales del primer trimestre de embarazo, lo que, por una vez, está bien, ¿no crees?
Tu entorno
Podéis aprovechar esta semana para empezar a hablar sobre cómo os organizaréis los próximos meses; sobre si la mamá puede y quiere seguir trabajando, acerca de lo que os gustaría hacer una vez nazca el bebé, si vais a reducir vuestras jornadas laborales o no, quién cogerá una baja por maternidad o por paternidad y cuándo lo haréis, etcétera. Tenéis mucho tiempo todavía por delante, pero hay una larga lista de opciones de cuidados del bebé que podéis empezar a definir: en casa, guardería, aupair...
Puntos clave
- El feto ya es tan grande como una fresa.
- En breve, recuperarás el apetito y empezarán a desaparecer las náuseas, ¡ánimo!
- Mantén lejos los alimentos fritos y grasos.
- La sensación de fatiga continuará, y tu pelo y tus uñas pueden fortalecerse o debilitarse dependiendo de cada mamá.
- El bebé ya está moviéndose en el útero, pero no lo podrás notar hasta los cuatro o cinco meses: ¡ten paciencia!
- Infórmate bien sobre la ley de maternidad para evitar angustias.
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