En este artículo…
Estás en… Primer trimestre
Te quedan: 35 semanas
Probablemente (esta semana o, como mucho, la semana pasada) acabas de confirmar que estás embarazada. ¡Enhorabuena! Como ya te habíamos comentado, tu viaje de unas 40 semanas empieza tras el primer día de tu última menstruación, pero el embrión en esta quinta semana de tu embarazo no tendrá más de dos semanas todavía. Aun así, es probable que ya sientas cómo los cambios fisiológicos de tu nueva etapa están dando guerra: fatiga, náuseas, sensibilidad en los pechos…
Esta semana tú...
Durante el primer trimestre, el aumento de peso apenas es visible todavía: por regla general, a finales de la semana 13, la mayoría de mujeres habrán incrementando su peso tan solo entre 0,4 y 2 kg. ¡Imagínate en esta quinta semana de tu embarazo! En estos momentos, es probable que ni tan siquiera estés notando grandes cambios externos en tu cuerpo, pero sí puedes encontrarte mucho más cansada de lo normal. La fatiga —cansancio, más sueño del habitual— es uno de los primeros síntomas de que estás esperando a tu bebé y, probablemente, el más universal de todos. Si quieres echar las culpas a alguien, que sepas que las causantes son la hormona progesterona y nuestra ya conocida hormona gonadotropina coriónica humana (GCH). Aquí tienes algunos consejos contra el insomnio que te servirán durante todo el embarazo.
Una sensación algo más molesta, pero totalmente normal, es sentir ciertos calambres en la zona del útero. El dolor pélvico está asociado, en esta fase de tu embarazo, a la implantación del óvulo fecundado en las paredes del útero o a la expansión de este órgano, principalmente, y no es algo de lo que te tengas que preocupar.
Probablemente, también sientas:
- Mayor hinchazón en el abdomen y sensibilidad en los senos.
- Aumento de la necesidad de ir al baño a hacer pis: ¡sigue bebiendo suficiente agua durante el día!
Esta semana tu bebé...
En la semana 5 de tu embarazo, podrás ver a través de una ecografía transvaginal el saco gestacional de tu bebé. El saco gestacional se convertirá en pocas semanas en la placenta donde tu hijo o tu hija seguirá creciendo y cubrirá todas sus necesidades fisiológicas para un correcto desarrollo.
Para este tipo de ecografía, el profesional colocará la varita de ultrasonidos en el interior de tu vagina (no encima de la barriga) con el objetivo de detectar el saco gestacional (el embrión solo es de ¡3 mm!).
En estos momentos, el embrión que crece en tu interior sigue desarrollando el tubo neural, que terminará por convertirse en la médula espinal y el cerebro gracias a un proceso conocido como neurulación. Su aspecto será similar al de un renacuajo que comienza a alargarse y empiezan a tomar forma la mayoría de lo que serán sus órganos, así como su sistema digestivo, circulatorio y nervioso.
En algunos casos, una ecografía del embrión puede mostrar ya un latido inicial del corazón, pues el sistema circulatorio es el primero que debe desarrollarse, pero lo más habitual es esperar algunas semanas más para realizar este tipo de pruebas.
Pero, ¿ya tiene corazón tu futuro bebé? En realidad, el embrión cuenta con dos pequeñísimos canales conocidos como tubo cardíaco primitivo, que se fusionarán a partir de la tercera semana y, poco a poco, darán forma al corazón.
Cuídate, cuídale
Esta quinta semana de tu embarazo es importante que confirmes con tu ginecólogo la necesidad de suplementar tu alimentación con un complemento a base de vitaminas y minerales, y si lleva DHA mucho mejor ya que este compuesto se relaciona con el desarrollo cerebral y de las funciones vitales del futuro bebé. El ácido fólico, por ejemplo, te ayudará a reducir defectos del tubo neural de tu embrión, y a estimular su desarrollo.
Dicho esto, ¿cómo vas de ánimos? Tras saber que estás embarazada y empezar a experimentar todo tipo de cambios hormonales, llegan las semanas de dudas, de preguntarte cuándo empezarás a sentir que tu bebé «está ahí y se mueve» e incluso de dudar sobre si ha sido una buena idea, si serás una buena mamá… Todo esto es normal y, simplemente, intenta que las emociones no te saturen: relájate y paso a paso, como suele decirse.
A continuación, vamos a tratar dos temas sobre los que suelen surgir dudas: qué alimentos se pueden comer durante el embarazo y qué ejercicios están recomendados y cuáles no tanto en este primer trimestre. ¡Vamos allá!
Lista de alimentos que no deberías comer embarazada
Durante todo el embarazo, los nutricionistas recomiendan que las futuras mamás se centren en comer alimentos poco procesados y aumenten el consumo de integrales, así como que se aseguren de su procedencia y calidad alimentaria; del mismo modo, es importante limitar los alimentos procesados ricos en grasas y sal en la medida de lo posible. Los alimentos que deberías limitar al máximo y en la medida de lo posible eliminar de vuestras comidas son los siguientes:
- Carne cruda y embutidos.
- Pescados o mariscos crudos: sushi, ostras, sashimi, vieiras...
- Mariscos ahumados que no hayan sido cocinados en una cacerola (o enlatados).
- Pescados con altos niveles de mercurio: tiburón, caballa, pez espada…
- Queso no pasteurizado, como el brie, feta, camembert, roquefort, queso blanco o queso fresco, debido al riesgo de E. coli o listeria.
A no ser que seas vegetariana o vegetariana estricta (en este caso, consulta con tu nutricionista cómo puedes mantener una dieta equilibrada basada en vegetales durante el embarazo), deberías tratar de mantener en tu dieta pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, las sardinas, las anchoas y los arenques; como podrás consultar en el enlace, también puedes obtener el omega-3 de nueces y semillas, aceites de plantas y alimentos suplementados para completar y variar tu alimentación.
Ten presente también que, si no eres alérgica a ningún alimento, no deberías evitar consumir productos como los frutos secos, la leche o el trigo, pues no protegerás a tu bebé de no sufrir alergias, sino todo lo contrario según los últimos estudios.
Por último, aunque no se recomienda abusar, y deberías limitar mucho tu consumo de café y té, una cantidad moderada (200-300 mg diarios) son perfectamente seguros para tu bebé, pero ¡cuidado con esos nervios!
El deporte en las primeras semanas de gestación de la mamá
En esta quinta semana del embarazo, lo que más lata te puede dar son los nervios y la ansiedad. Si tu trabajo está considerado “de riesgo”, puedes pedir que te asignen a otro puesto durante la gestación, así como otras medidas de protección de la mujer embarazada que te interesará conocer.
Ahora no es el momento de empezar a hacer ejercicio con movimientos bruscos o de alta intensidad, pero sí que se recomienda practicar deporte y mantenerte activa durante todo el embarazo, adaptando tus rutinas a medida que las semanas van pasando, por supuesto.
- El ejercicio favorecerá tu elasticidad, a no subir demasiado de peso y a facilitar la recuperación posparto tras el embarazo.
- Calmará molestias asociadas al embarazo, como calambres en las piernas, pies hinchados, insomnio o estreñimiento.
- Caminar, hacer footing, nadar o el yoga son las cuatro actividades preferidas por las embarazadas.
- Si realizas otros deportes, puedes consultar a tu ginecólogo si son o no son seguros, así como hidratarte bien antes, durante y después, llevar ropa adecuada (nada de presión en la caja torácica, ¡recuerda!) y evitar que caigan los niveles de azúcar en sangre.
- Deberías evitar entrenamientos en momentos o lugares con mucho calor o con excesiva humedad y obviar saltos, rotaciones o giros de abdomen en las sesiones, por lo que si levantas peso o realizas ejercicios con riesgo de caída, como las artes marciales, esquiar o montar a caballo, deberás buscar alternativas durante esos meses. ¡Aprovecha para descubrir otras opciones complementarias!
- Muchos médicos afirman que el ejercicio ayuda también a liberarte de las náuseas al liberar endorfinas naturales, pero si te encuentras demasiado cansada para ello, puedes aprovechar para caminar un rato a primera o última hora del día con tu pareja o algún amigo/a. ¡Es una opción de baja intensidad que seguro que puedes adaptar a tu rutina!
En la consulta
Si has sabido que estás embarazada entre agosto y febrero será recomendable que consultes a tu ginecólogo sobre las posibles ventajas de vacunarte contra la gripe. Por el contrario, hay otras vacunas que no están recomendadas en el primer trimestre, debido a que el embrión es más vulnerable a ciertos virus vivos de las vacunas, como el sarampión, la varicela, la rubeola o las paperas. A modo informativo, aquí tienes una lista de vacunas para embarazadas, pero es imprescindible que lo hables con tu médico.
Asimismo, trata de no viajar a zonas donde esté activo el virus zika para el que no existe vacuna y, sobre todo, si vives en una de estas zonas, toma todas las precauciones que aconsejan las autoridades sanitarias y el Gobierno de España. En cualquier caso, tu médico podrá asesorarte sobre esta y otras cuestiones relacionadas con viajar durante el primer trimestre de tu embarazo.
Tu próxima visita
Antes de la primera visita prenatal, que todavía tardará unas semanas en llegar, puedes aprovechar para visitar al dentista. En serio, has leído bien. Verás, los cambios hormonales que estás sufriendo pueden provocar inflamación de las encías: lo que se conoce como gingivitis del embarazo, que puedes tratar de prevenir con estos consejos de higiene bucal para embarazadas.
En cualquier caso, si crees que puedes sufrir gingivitis del embarazo, no la ignores, pues puede conducir a la periodontitis de las encías y a incrementar el riesgo de parto prematuro.
Tu entorno
A partir de esta semana, quizá empezáis a pensar que es un buen momento para difundir la noticia del embarazo. Ante todo, tened una conversación sobre el tema con calma y poneros de acuerdo: hay parejas que no esperan ni una hora para difundir la buena nueva por todas partes y, por el contrario, hay otras que prefieren esperar al final del primer trimestre, cuando el riesgo de aborto espontáneo es mucho menor. En cualquier caso, apoya a la mamá y hazle saber tu opinión: será vuestro pequeño gran secreto hasta que os pongáis de acuerdo o decidáis compartirlo con el mundo entero.
Puntos clave
- El saco gestacional se convertirá en pocas semanas en la placenta: ahora, ¡el embrión tiene un tamaño de 3 mm!
- Consulta con tu ginecólogo la necesidad de tomar un complemento alimenticio a base de vitaminas, minerales y DHA.
- Revisa la lista de alimentos que no pueden faltar en tu dieta y cuáles es recomendable apartar de la misma a partir de ahora.
- El deporte te ayudará a calmar las molestias del embarazo y a no coger demasiado peso en este primer trimestre.
- Visita al dentista para una revisión: ¡cuidado con la gingivitis del embarazo!
- Si tienes pareja, habla con él o ella sobre cómo y cuándo queréis compartir la noticia.
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