En este artículo…
Estás en… Tercer trimestre
Te quedan: 4 semanas
Es la semana 36 de embarazo y acabas de entrar en el último mes de tu embarazo: a partir de ahora, ¡tu peque puede llegar en cualquier momento! Él o ella sigue creciendo para afrontar ese día lo más fuerte posible. Vamos a ver cómo tu cuerpo se va preparando para este gran momento, ¿de acuerdo?
En la semana 36 de embarazo, tú…
Esta semana es un buen momento para repasar todas las señales de parto que te indican que tu bebé está a punto de venir al mundo: pérdidas de mucosa, contracciones que van aumentando en intensidad, pérdidas de sangre… Si notas estas señales, debes saber que no hace falta que salgas corriendo al hospital: el parto, generalmente, se produce entre 24 y 48 horas después de que rompas aguas. Mantén la calma y contacta con la persona que te acompañará en esta experiencia única para preparar todo lo que tenéis que llevar al hospital y desplazaros hasta allí tranquilamente.
En la semana 36 de embarazo tu bebé crecerá rápidamente y, muy pronto, ya no tendrá apenas espacio para moverse en tu interior. Tú también sentirás que te cuesta moverte debido al incremento de peso y de volumen de tu tripa. Otro factor que hará que te cueste moverte es que los ligamentos de tu pelvis son cada vez más laxos para facilitar la salida del bebé: esto hace que tu cadera se vuelva inestable y tengas más probabilidades de tropezar o caerte. También puedes notar cierto dolor pélvico, provocado por la presión que ejerce la cabecita de tu bebé sobre la zona. Para aliviarlo puedes aplicar calor local, estirarte con las caderas elevadas o darte un baño tibio; si este dolor es intenso o viene acompañado de sangrado, contacta con tu ginecólogo para que te examine.
En los próximos días es probable que expulses el tapón mucoso: es una sustancia gelatinosa y casi transparente que se formó muchos meses atrás, al quedarte embarazada, para proteger el útero de la entrada de bacterias y gérmenes. Esta expulsión puede darse en cualquier momento a partir de la semana 36 de embarazo, y es un indicador de que el parto está cerca. Aunque no todas las mujeres se dan cuenta de que lo han expulsado, ¡así que no te preocupes si no lo ves!
Esta semana tu bebé…
En las 36 semanas de embarazo, si te pusieras ya de parto tu bebé podría sobrevivir sin problemas, ya que todos sus órganos funcionan perfectamente. Su salud no correría riesgo y la única diferencia respecto a otros bebés nacidos a las 40 semanas sería el tamaño.
Empezarás a notar que se mueve cada vez menos: ¡es normal, porque apenas le queda espacio para hacerlo! Ahora mide unos 46 centímetros de largo y su ritmo de crecimiento empezará a reducirse para que pueda pasar sin problema por el canal de parto.
Para facilitar la salida, los huesos del cráneo no se han soldado todavía: así, las placas craneales pueden solaparse para adaptarse a la forma del canal de parto. Las separaciones entre los diferentes huesos craneales, denominadas fontanelas, se irán cerrando durante los primeros años de vida.
Aunque tu peque ya está listo para sobrevivir en el exterior, su cuerpo todavía sigue madurando. Un claro ejemplo es el sistema digestivo, que sigue formándose, ya que ha estado inoperativo durante todos estos meses: el bebé se ha alimentado a través del cordón umbilical, y la mezcla de líquido amniótico y lanugo que ha ido ingiriendo se acumula en el intestino para formar el meconio.
Semana 36 de embarazo: consejos
Seguro que en las últimas semanas has empezado a reunir muchas cosas para el bebé y te han regalado otras tantas, ¿verdad? Si no lo has hecho aún, es un buen momento para ir preparando la maleta que llevarás al hospital. En ella puedes incluir:
- Pañales y toallitas para recién nacidos.
- Compresas.
- Ropita de bebé.
- Un gorro, unos guantes y calcetines para el peque.
- Tus objetos de aseo personal.
- Una muda cómoda, de prendas que usaras a los 6 o 7 meses de embarazo.
No está de más que también metas en esa maleta toda la documentación del seguimiento de tu embarazo, especialmente los resultados de tus últimos exámenes y de las ecografías. Así la tendréis a mano durante el parto, en el improbable caso de que surja alguna complicación.
Es importante que sigas cuidando tu alimentación y, en especial, que aumentes la ingesta de vitamina B6: ayuda a la regeneración celular y al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, algo genial para tu bebé. Puedes conseguir este nutriente comiendo aguacate, plátano, sandía, arroz integral, o tomates, entre muchos otros.
Coche sí, pero con seguridad
Estando embarazada de 36 semanas es mejor que evites conducir, ya que la tripa puede ser un engorro y tu agilidad no es la misma de siempre. Sin embargo, sí puedes ir en coche como pasajera: solo tienes que tomar precauciones a la hora de ponerte el cinturón de seguridad y hacerte con un adaptador. Estos aparatos aseguran la correcta colocación del cinturón y, en caso de que tengas un accidente, reducen el riesgo de daños al bebé.
En la consulta
A partir de las 36 semanas tus visitas de control serán semanales, hasta el momento en que te pongas de parto. Las pruebas seguirán siendo las de siempre: análisis completo de sangre y de orina, un electrocardiograma y una cardiotocografía, si bien no tienen por qué hacerte estas últimas cada semana. También es probable que quieran examinarte para comprobar si el cérvix ha empezado a dilatarse.
Tu próxima visita
Volverás a ver a tu ginecólogo o ginecóloga en la semana 37, y esta consulta será perfecta para que le plantees todas las dudas que tengas sobre el parto. Las preguntas más habituales suelen ser cuánto tiempo hay que esperar antes de ir al hospital o qué hacer si rompes aguas en casa. Aprovecha para preguntar cualquier cosa que se te ocurra o que te genere inquietud.
Si te preocupa mucho la idea de ponerte de parto en casa, ten en cuenta que desde el momento en que empiezas a tener contracciones hasta el momento en que tu bebé llegue a este mundo pueden pasar muchas horas. Relájate, date una ducha caliente, da un paseo tranquilo... El calor y el movimiento pueden ayudar a tu bebé a descender.
Lo ideal es que no vayas al hospital hasta que no lleves al menos una hora teniendo contracciones cada 4 o 5 minutos, y su duración sea de unos 40 segundos. Si acudes antes, puede que vuelvan a mandarte a casa o que el parto te parezca larguísimo, ya que este proceso en madres primerizas puede llegar a durar hasta 12 horas.
Tu entorno
No está de más que toda la familia (e incluso amigos más cercanos) tengáis controlados los aspectos relativos al hecho de ponerse de parto, ya que no sabéis dónde estará la futura mamá cuando esto suceda. Por ejemplo, saber cómo contar las contracciones para identificar el momento perfecto para acudir al hospital o conocer las diferentes fases del parto.
También podéis pensar en diferentes distracciones o “actividades” para cuando la mamá note que se ha puesto de parto: crear un ambiente relajado con música suave, preparar un baño caliente, tener una pelota de Pilates sobre la que hacer suaves ejercicios, tener varias rutas para pasear… Quizá en el momento no esté de humor para algunas de ellas, pero nunca está de más tener varias opciones en la manga para hacer esta espera más llevadera.
Semana 36 de embarazo: puntos clave
- A partir de la semana 36 de embarazo, puedes ponerte de parto en cualquier momento.
- Los ligamentos de la cadera están cada vez más relajados y tendrás menos estabilidad al caminar.
- El cráneo de tu bebé todavía no se ha soldado: así le será más fácil atravesar el canal de parto.
- Aumenta la ingesta de vitamina B6 para favorecer el desarrollo cerebral.
- Es buen momento para aprender a identificar las señales de que te has puesto de parto.
- En la consulta, plantea todas las dudas que tengas sobre este gran momento.
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Comentarios
Estoy ya muy nerviosa, mañana hago las 36 semanas,y llevo semana y media con contracciones de braxton a diario,unas molestas,otras totalmente indoloras, pero hay veces que me dan muy seguidas y más largas,y me dolor de regla también, náuseas,la barriga suelta,aver cuanto aguanta ahí dentro mi nena jeje