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Estás en… Tercer trimestre
Te quedan: 9 semanas
A estas alturas, tus pechos pueden estar empezando a generar calostro y avisando de que ya faltan muy pocas semanas ¡para conocer a tu bebé! También es posible que las contracciones de Braxton Hicks hayan empezado o lo hagan en breve. ¿Y qué hace tu hijo o tu hija dentro de ti? Su sistema nervioso está terminando de madurar y se prepara para la vida fuera del útero.
Esta semana tú...
Hayas decidido optar por la lactancia materna cuando tu bebé nazca y durante las primeras semanas o meses de su vida o no hacerlo (opciones totalmente libres, individuales y que dependen de multitud de factores), habrás notado que tus senos están preparándose para poder cumplir con esa tarea si decides hacerlo.
Alrededor de la semana 31 de tu embarazo, puedes sentir:
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Los primeros signos de calostro, que se traducen en una expulsión de una sustancia cremosa, fina y amarillenta de tus pezones.
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Estas “fugas” son muy habituales en el tercer trimestre del embarazo y no tienen ninguna relación con tu capacidad para producir leche a posteriori.
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Un aumento en el tamaño de tu pecho, que habrá crecido una o dos tallas de copa desde el inicio de tu embarazo: es buen momento para informarte sobre sujetadores de lactancia.
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Contracciones de Braxton Hicks, que son breves (duran entre 30 segundos y 2 minutos) y son de baja intensidad. Tu cuerpo está empezando a practicar para el parto: prueba a poner en práctica tú también la respiración y el resto de consejos que has practicado en tus clases de preparación al parto.
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El temido insomnio en el embarazo: si no se ha dado en ningún otro momento de tu embarazo (¡qué afortunada!), estas últimas semanas se te hará difícil dormir a pierna suelta, la verdad: tamaño de la barriga, necesidad de ir al baño e, incluso con una almohada en las piernas, puedes tener síndrome de las piernas inquietas o edema. Intenta dormir del lado izquierdo, comer varias veces al día (pequeñas cantidades, si no tienes tanta hambre ya o no puedes comer) y con el mínimo estrés posible.
A partir de esta semana, no es extraño que se rompa la bolsa amniótica (lo que se conoce como romper aguas, ya sabes). Si bien todavía no es momento, en este caso anunciaría un parto prematuro y el equipo médico te administraría corticoides y sulfato de magnesio para acelerar el desarrollo pulmonar del bebé y reducir los riesgos asociados a esta situación.
Esta semana tu bebé...
El feto ya se está terminando de preparar para la vida de bebé, ¿sabías? En estos momentos, la capa de grasa que se acumula bajo su piel hará que desaparezcan las arrugas que todavía se veían en las últimas ecografías y le dará un tono rosáceo tan propio de los recién nacidos. ¿Su principal función? El aumento de la vérnix caseosa que ya comentamos en la semana 19, semana 20 y semana 21 ayudará a proteger al bebé durante las últimas semanas de vida en el útero y tras el nacimiento.
A las 31 semanas, el bebé ya habrá alcanzado los 40 centímetros de longitud y pesará alrededor de 1,5 kilos. La vista y el oído del bebé siguen madurando y deberíais estimularle todo lo posible masajeando tu barriga, poniéndole música, hablándole… Sin embargo, ahora es el turno del sistema nervioso, que ya ha madurado, y el sistema respiratorio y digestivo, lo que para el bebé se traduce en:
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¡Ya cuenta con billones de conexiones cerebrales!
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El bebé está más somnoliento estas semanas (sobre todo, cuando entra en fase de sueño REM).
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Ya utiliza los cinco sentidos para captar señales y puede procesar información.
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Su esqueleto sigue creciendo y almacenando calcio, fósforo y hierro.
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Puede haberse colocado ya en posición cefálica, preparándose para el parto: si ya lo ha hecho, sentirás sus movimientos en la parte alta de tu abdomen.
Cuídate, cuídale
Si sigues dudando sobre las opciones entre las que escoger para alimentar a tu bebé, deberías leer sobre lactancia materna, leches infantiles y biberones, así como preguntar al equipo médico que está llevando tu embarazo y, ¿por qué no? a un consultor de lactancia materna. Comprender la visión y la experiencia de otras madres, padres y especialistas te ayudará a saber qué perspectiva te atrae más. Además, puede ayudarte a conocer las claves para ciertos contratiempos que pueden preocuparte, como el amamantar en público, los discos para lactancia, chupete sí o chupete no, qué tipo de biberones escoger y cuándo deseas incluirlos.
A medida que se acerca el momento del parto, los ejercicios de relajación y seguir practicando meditación o yoga, además de ejercicio moderado, te ayudarán a afrontar la última etapa del embarazo con una actitud positiva.
Si, tras haberlo comentado con tu pareja, tu familia y tu círculo cercano, sigues preocupada por el nacimiento, leer sobre el parto paso a paso y sus fases puede ayudarte a poner las cosas en contexto. Del mismo modo, informarte sobre el parto inducido, la tocofobia y buscar apoyo emocional y profesional puede ser una buena opción si sientes que los acontecimientos empiezan a superarte un poco.
El sexo y los bebés en las últimas semanas del embarazo
Si no ha habido ningún contratiempo médico, practicar sexo con tu pareja sigue siendo completamente seguro estas semanas (si acaso, algo más incómodo y con mayor porcentaje de creatividad y malabarismos, ¿no?). Pero ¿cómo responden los bebés cuando su mamá practica sexo? Primero, ya comentamos que no entienden lo que ocurre, así que, si eso te agobia, estate tranquila; segundo, ¡cada bebé es un mundo! Algunos se estimulan y empiezan a juguetear en el útero y a moverse; otros se relajan, probablemente por el movimiento rítmico, y se quedan quietos y tranquilos un buen rato.
Dificultades respiratorias en el tercer trimestre
Quizá lo más molesto de este tercer trimestre es que parece como si alguien te hubiera robado los pulmones, ¿no? La expansión de tu útero supone que el resto de tus órganos han tenido que buscarse la vida, por lo que esa sensación de falta de aliento es completamente normal. Intenta mantenerte lo más recta posible durante el día (a medida que avanza el embarazo ya sabemos que esto es mucho pedir) y duerme del lado izquierdo, lo que te debería permitir respirar un poco mejor.
Esta semana es importante
Si tu ginecólogo ha valorado la posibilidad de oligohidramnios en visitas anteriores puede que tengas que volver a la consulta. Los oligohidramnios es la falta de líquido amniótico suficiente en el útero, algo que le ocurre aproximadamente al 4% de las mujeres y es más común en el tercer trimestre. Para el diagnóstico, el obstetra valorará la cantidad de líquido amniótico con un ultrasonido; si se te diagnostica oligohidramnios y con el objetivo de controlar el sufrimiento fetal (algo que no ocurre en la mayoría de los casos), el ginecólogo puede realizarte:
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Una cardiotocografía en reposo o prueba sin estrés para controlar la frecuencia cardíaca.
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Una prueba de contracciones con estrés para controlar las contracciones uterinas.
Es posible que, en lugar de oligohidramnios, se dé el caso contrario también: los polihidramnios, es decir, un exceso de líquido amniótico (aunque el porcentaje de embarazos polihidramnios es mucho menor: 1%) que, aunque requiere de control, no suele ser perjudicial ni para la madre ni para el bebé. En cualquier caso, sí es posible que el ginecólogo incremente el número de visitas de control.
En la consulta
Esta semana no deberías tener visita con el ginecólogo siempre y cuando no se hayan dado circunstancias especiales, como los oligohidramnios o los polihidramnios que comentábamos en la sección anterior. ¡Aprovecha la semana libre y, si tienes la posibilidad, regálate unas horas extra de tranquilidad! Un masaje prenatal, un rato con tu pareja o con amigos...
Tu próxima visita
En siete días volverás a otra visita prenatal. A estas alturas, ya sabes cómo va y la rutina no va a cambiar demasiado. Si sufres asma y has tenido un episodio de asma moderado o grave, puede ser que tu ginecólogo aumente el número de sesiones de ultrasonidos con el objetivo de controlar la actividad uterina y el desarrollo del feto en las últimas semanas de gestación.
Tu entorno
Estas semanas empezáis a tener todo mucho más controlado, ¿verdad? Te aconsejamos que dediquéis estos días a explorar juntos las opciones de alimentación para el bebé con el objetivo de mitigar las posibles diferencias entre las expectativas de los papás y las mamás y la realidad que van a enfrentar.
Es posible que, tras el nacimiento, pueda haber razones para no querer o no poder amamantar al recién nacido, es posible que tengas dudas sobre cómo mantener la lactancia materna una vez te reincorpores a la vida laboral, etcétera. Todas las opciones son aceptables y, en este periodo de mayor estrés, es importante saber incluso cómo plantear una pregunta: siempre será mejor ¿cómo te gustaría alimentar al bebé? ¿vas a amamantar al bebé? ¿cuánto tiempo lo vas a hacer?
Muchos estudios confirman que las madres que antes del parto han decidido amamantar a sus bebés tienen más probabilidades de conseguirlo, así que si esta es tu elección, mantente firme e inténtalo hasta el último momento.
Puntos clave
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Pueden aparecer los primeros signos de calostro: fugas cremosas, amarillentas y finas de los pezones.
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El bebé puede haberse colocado en posición cefálica, ¡listo para la acción!
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Aprender sobre lactancia materna y alimentación del bebé os ayudará a mantener un control sobre las expectativas y a tomar una decisión fundada.
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Si padeces oligohidramnios o polihidramnios, tu ginecólogo puede necesitar un mayor número de visitas de control y pruebas con ultrasonidos.
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