En este artículo…
Estás en… Primer trimestre
Te quedan: 28 semanas
¡Bienvenida a la doceava semana de tu embarazo! En breve darás carpetazo al primer trimestre y muchos cambios están a punto de suceder. Vamos a ver qué os espera a ti y a tu bebé en los próximos siete días, ¿de acuerdo?
Esta semana tú...
Durante esta semana el útero empieza a desplazarse desde su posición habitual entre las caderas hacia una ubicación más elevada en tu bajo vientre. Puede que ahora tu tripa sea más visible, ¡aunque es probable que la mayoría de personas que no te conocen no se den cuenta todavía de que estás embarazada! Una vez el útero se haya recolocado es probable que ya no sientas ganas de orinar con tanta frecuencia: esto se debe a que, en esta nueva posición, el útero no presiona tanto la vejiga como antes.
Y seguimos con las buenas noticias: es muy probable que a partir de esta semana las náuseas y los vómitos empiecen a remitir. El nivel de gonadotropina coriónica humana (GCh) presente en tu cuerpo está empezando a disminuir porque la placenta ha empezado a generar progesterona, que elimina la GCh. La gran mayoría de embarazadas dejan de tener estos síntomas entre la semana 12 y la semana 16 de embarazo: sin embargo, un pequeño porcentaje (alrededor del 1%) sigue padeciendo náuseas con gran frecuencia a lo largo de todo el embarazo, aunque sea de forma esporádica: es lo que se conoce como hipermesis gravídica.
Así que, con casi total seguridad, las náuseas empezarán a disminuir gracias a la progesterona. Pero, como suele pasar, vamos a darte una de cal y otra de arena: la presencia de esta hormona puede hacer que te sientas mareada con más frecuencia. El motivo es que esta hormona hará que tus vasos sanguíneos se dilaten y se relajen: esto aumenta el flujo sanguíneo hacia el bebé, pero dificulta que la sangre vuelva a tu sistema circulatorio. ¿El resultado? Una presión sanguínea baja y menos flujo sanguíneo, lo que puede hacer que te sientas como flotando. Para minimizar estas molestias, puedes:
- Levantarte despacio cuando estés sentada o tumbada para reducir la sensación de mareo.
- Llevar siempre encima zumo o algún snack saludable, por si te mareas estando fuera de casa.
- Comer cada pocas horas para evitar que disminuya el nivel de azúcar en sangre.
Tu piel durante el embarazo
¿Has oído hablar del brillo en la piel de las embarazadas? Seguro que sí, ¡y es algo real! El aumento del flujo sanguíneo hace que las hormonas produzcan más glándulas sebáceas y, por eso, tu piel parece más fresca. No obstante, en algunos casos, esta grasa extra puede hacer que experimentes algunos problemas como el acné.
El nivel más elevado de estrógenos y progesterona estimula la producción de melanina, lo que provoca cambios en la pigmentación de la piel: esto puede hacer que aparezcan manchitas más oscuras. El melasma, también conocido como máscara del embarazo, es la más habitual y consiste en la presencia de manchitas en la cara, que acabarán desapareciendo a medida que las hormonas vuelvan a niveles normales tras el embarazo.
Esta semana tu bebé...
En la semana 12 de embarazo, tu bebé ya mide entre 5 y 6 centímetros. Puede parecer poquísimo (¡y lo es!) pero a estas alturas sus órganos ya están acabando de formarse: los intestinos, que hasta ahora no tenían suficiente espacio en la cavidad abdominal, van ocupando el lugar que les corresponde; los miembros ya están totalmente formados; y la cabeza se va redondeando, mientras que las orejas ya están prácticamente en su posición definitiva.
En estos días los riñones del bebé empezarán a funcionar: ahora que tu pequeño ya puede abrir y cerrar la boca, va tragando líquido amniótico y los riñones deben filtrarlo para eliminarlo en forma de orina muy diluida. Del mismo modo, el sistema digestivo empieza a funcionar de forma muy básica.
Otras cosas importantes están sucediendo en el cuerpecito de tu bebé: la médula espinal ha comenzado a producir glóbulos blancos y la glándula pituitaria empieza a segregar hormonas.
Cuídate, cuídale
En esta semana empezarás a darte cuenta de lo importante que es sentirte cómoda durante el embarazo. Con la recolocación del útero es probable que el pantalón o las faldas empiecen a apretarte, ¡y no siempre es buena idea forzar ese botón para que cierre! A lo largo del día, la ropa ceñida puede provocarte molestias y dolor abdominal. Para solucionar esto, lo mejor es iniciar una renovación de tu armario.
Para empezar, puedes hacerte con una banda o cinta de embarazo, por ejemplo: se trata de una cinta de tela que se coloca sobre el pantalón y se ajusta, para que puedas vestir las mismas prendas sin necesidad de abrocharte los botones. Así evitas tener que comprar tanta ropa premamá.
En la consulta
Durante esta semana deberías tener tu segunda visita prenatal con el obstetra. En esta consulta se repetirán muchas de las preguntas de control que ya te realizaron y volverán a tomarte la presión y a pesarte. Tendrás que entregar una muestra de orina para que puedan analizarla y ver el nivel de azúcar y de proteínas.
La medición de azúcar es importante porque si el resultado es elevado, puede que estés desarrollando una diabetes gestacional. Esto significa que el nivel de glucosa en sangre es demasiado alto, lo que puede tener consecuencias en el desarrollo del bebé, además de aumentar la probabilidad de aborto espontáneo.
En esta semana se lleva a cabo una de las tres ecografías más importantes de un embarazo sano: sirve para fijar la edad gestacional del feto y para tener una fecha prevista del parto. ¡Qué emocionante! Además, el profesional confirmará el latido fetal, una medida que se mantendrá a lo largo de todo el embarazo.
Esta ecografía también sirve para llevar a cabo el test de translucencia nucal: se trata de una prueba no invasiva en la que se mide el espacio que hay entre la piel y los tejidos que hay detrás de la nuca del bebé. En esta zona se acumula un líquido cuyo grosor no debe medir más de 3 milímetros: si la medición es superior, se considera un indicio de que el bebé pueda tener alguna anomalía cromosómica como, por ejemplo, el Síndrome de Down. Aun así, no se trata de una prueba diagnóstica cuyo resultado sea fiable al 100%: tan solo es un indicador, ya que un grosor superior a los 3 mm está normalmente asociado a estas anomalías.
Otros aspectos que se evalúan en esta ecografía están relacionados con el correcto desarrollo del feto: que se reconozcan brazos, piernas, manos y pies, la columna vertebral, la vejiga y el estómago, así como un buen desarrollo cerebral.
Próxima visita
Si el test de translucencia nucal da un resultado superior a un grosor de 3 milímetros, es probable que el médico te recomiende hacerte una biopsia corial o bien una amniocentesis a partir de la semana 15 de embarazo.
La amniocentesis sirve para examinar las células del feto que están presentes en el líquido amniótico, con el objetivo de detectar cualquier trastorno genético. No es una prueba recomendada para todas las mujeres, sino que se propone cuando hay probabilidades elevadas de que el bebé pueda tener alguna anomalía cromosómica o si tienes más de 35 años en el momento del embarazo.
Existe un pequeño riesgo de aborto debido a la realización de esta prueba (un 0’6% de los casos), si bien es totalmente voluntaria y no tienes por qué realizarla si no lo deseas, pudiendo optar por otras pruebas no invasivas como el test de ADN libre en sangre.
Tu entorno
A estas alturas, todavía no es posible ver el sexo del bebé en una ecografía, ya que los genitales externos están empezando a desarrollarse. Sí es posible saberlo a través de una prueba genética, ya que en los resultados sabréis si se trata de un XY o de una XX. En estos días es importante que os pongáis de acuerdo sobre si deseáis saber el sexo del bebé o no. ¡Esta puede ser la primera gran decisión a la que os enfrentéis!
Muchas parejas o familias deciden no saber si se trata de un niño o una niña para mantener el misterio: si este es vuestro caso, tened presente que existen multitud de juguetes, decoraciones y prendas de vestir que son unisex, así que ¡que no os frene el no saber!
Puntos clave
- El útero sale de la pelvis y se coloca en el bajo vientre.
- La médula ósea del bebé empieza a producir glóbulos blancos.
- La placenta comienza a segregar progesterona y baja el nivel de CGh.
- Te harán el test de translucencia nucal.
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