En este artículo…
Estás en... Primer trimestre
Te quedan: 30 semanas
Poder saber el sexo del bebé, detectar posibles anomalías genéticas, la tripita de embarazada que ya empieza a asomar… ¡En esta semana pasan muchas cosas importantes! ¿Vamos a ver cuáles son?
Esta semana tú…
¡Ya han pasado 2 meses! A día de hoy, la gente todavía no puede ver que estás embarazada, pero seguro que tú ya empiezas a notar algunas señales de que tu cuerpo está cambiando: los pantalones quizá han empezado a apretarte un poco y, definitivamente, necesitas cambiar de talla de sujetador. Veamos más en detalle qué señales están apareciendo, ¿vale?
#1. Barriguita de embarazada
¿Ya te has mirado al espejo a ver si se nota que estás embarazada o estás retrasando este momento? Si lo haces, verás que tu bajo vientre tiene un aspecto más redondeado, especialmente si eres de constitución delgada: tu útero, ahora mismo, tiene un tamaño similar al de un racimo de uvas. Si no notas nada, no te preocupes: ¡ya verás cómo cada día tu tripa crece un poquito más!
Durante el primer trimestre del embarazo el útero se mantiene dentro de la pelvis pese a su aumento de tamaño, y este es el motivo por el que apenas se notan cambios externos. El útero no cambiará de posición hasta bien entrado el tercer mes de embarazo (en algunas mujeres incluso en el cuarto).
#2. Crecimiento del pecho
Una de las señales más evidentes en los primeros meses del embarazo y también el cambio más visible (al menos, para ti y la gente que te conoce) es el aumento de tamaño del pecho. Seguramente, a estas alturas ya notas que tu talla de sujetador se está quedando pequeña, ¿verdad?
Los pechos aumentan de tamaño porque, en el momento de quedarte embarazada, se producen grandes cambios a nivel interno. Los conductos galactóforos, los tubos encargados de transportar la leche, se multiplican y forman intrincadas redes; las células productoras de leche, los lactocitos, aumentan; y se forman pequeñas bolsas, llamadas alvéolos, cuya función es almacenar la leche. Para poder llevar a cabo estos procesos, el volumen de sangre que llega al pecho se duplica.
Toda esta actividad es la que hace que tu pecho aumente de tamaño, y también provoca sensaciones tan dispares como hormigueo, pesadez o hinchazón. Así que ya sabes: ¡toca adquirir un buen sujetador de embarazo o maternidad que te ayude a lidiar con ello!
#3. Venas marcadas
¿Has notado todas esas líneas azules que recorren tu pecho y, quizá, también tu abdomen? Si este síntoma del embarazo te ha sorprendido, no te preocupes: las venas se marcan por una necesidad fisiológica, y seguirán haciéndolo en los próximos meses: especialmente en las manos o en los brazos que serán todavía más visibles.
En esta fase del embarazo, tu cuerpo aumenta la producción de sangre alrededor de un 50% para que tu bebé pueda desarrollarse. Para transportar todo ese caudal extra, el torrente sanguíneo se expande. Este es el motivo por el que ahora puedes ver venas en tu cuerpo que antes no se veían.
Esta semana tu bebé…
¡Esta es la última semana de tu bebé como embrión! A partir de la onceava semana de embarazo, ya pasará a denominarse feto: es en este momento cuando todos sus sistemas orgánicos tendrán una base totalmente asentada y podrán empezar a funcionar.
Hoy por hoy, tu bebé sigue desarrollándose a toda velocidad: notarás que su cabeza sigue siendo muy desproporcionada y mide prácticamente la mitad del tamaño total de tu bebé, que ahora es de unos 3 centímetros; además, está abultada en la parte delantera. No te preocupes, esto es totalmente normal y se trata, simplemente, de una fase del desarrollo cerebral del embrión.
Además de esto, han sucedido cosas importantes (o están a punto de pasar):
- El oído externo ya está totalmente desarrollado, aunque todavía no está en su posición definitiva. Los labios y la nariz ya están bien perfilados.
- Los dedos de pies y manos ya se han separado y las uñas empiezan a crecer.
- El paladar se cerrará a lo largo de esta semana.
- Los codos ya están formados y el bebé puede doblar los brazos.
- Los dientes empiezan a formarse, ¡aunque no aparecerán hasta que tu peque tenga al menos 6 meses de vida!
Cuídate, cuídale
A estas alturas del embarazo, mientras el embrión se desarrolla a un ritmo frenético, puede que tú estés notando las consecuencias: la fatiga es uno de los síntomas más comunes en esta etapa. Pero tenemos buenas noticias: ¡vamos a darte algunos consejos para lidiar con ella y que puedas descansar mejor! Sé todo lo regular que puedas con los horarios e incorpora estos buenos hábitos a tu rutina vespertina:
- Es muy importante que procures cenar al menos dos horas antes de irte a la cama. Así reducirás el riesgo de padecer ardor o acidez y que esto te robe el sueño. ¡Y lo mismo aplica si pretendes echarte una siesta después de comer!
- Un poco antes de irte a la cama, date una ducha tibia. Tu cuerpo se enfriará después del baño y te ayudará a prepararte para dormir.
- Un rato antes de acostarte, intenta evitar mirar el móvil o la televisión. La luz que emite la pantalla retrasa la producción de melatonina, una hormona encargada de inducir el sueño.
En la consulta
A partir de la décima semana de embarazo se pueden llevar a cabo diferentes pruebas diagnósticas prenatales con las que el personal sanitario podrá saber si tu bebé presenta alguna anomalía genética.
El test más habitual permite detectar si tu bebé padece trisomía: en el ser humano la información genética se transmite por pares de cromosomas (uno del padre o donante y otro de la madre) y cuando uno de estos pares tiene el formato de 2+1 (es decir, 2 cromosomas de un progenitor y 1 del otro) se produce lo que se conoce trisomía. Esto puede dar lugar a diferentes síndromes como el de Down (trisomía 21), de Edwards (18) o de Patau (13) entre otros. Esta prueba se conoce como triple screening del primer trimestre y consiste en extraer datos a través de una analítica de sangre y una ecografía que, procesados a través de un ordenador, ofrecen datos estadísticos sobre la probabilidad de que el embrión presente diferentes malformaciones genéticas como la que te hemos mencionado antes.
Test prenatal no invasivo: pruebas de ADN libre en sangre
En ocasiones, el triple screening no es suficiente, y se precisa llevar a cabo otras pruebas de mayor nivel de exactitud, bien por la edad de la madre, por los antecedentes familiares, o simplemente por voluntad de los futuros progenitores, como es el caso de las pruebas de ADN libre en sangre, que representan una alternativa cada vez más utilizada a la amniocentesis ya que es menos invasiva y comporta menos riesgos.
Para hacerte esta prueba te realizarán un análisis de sangre en el que el personal sanitario secuencia y analiza el ADN fetal en relación al de la madre para determinar anomalías genéticas con una gran precisión: por ejemplo se ha demostrado hasta un 99% de eficacia en la detección del Síndrome de Down.
Con este test los médicos podrán saber si tu bebé presenta trisomías o anomalías en los cromosomas sexuales, pero también si tiene microdeleciones. Una microdeleción supone la pérdida de parte del material genético del bebé: algunos cromosomas presentan unas fracturas cuya información no existe. Esto puede dar lugar a alteraciones de diferente gravedad y a síndromes como el de DiGeorge o el de Cri du Chat.
Esta prueba se aconseja, por lo general, en los siguientes casos:
- Si tienes más de 35 años en el momento de quedarte embarazada.
- Tienes un índice de riesgo alto para el síndrome de Down.
- Tienes algún otro factor de riesgo asociado a las anomalías cromosómicas.
- Las pruebas de ultrasonido muestran algo fuera de lo habitual.
Tu ginecólogo, en función de tu caso, te recomendará esta prueba si considera que es la más apta para descartar este tipo de problemas.
Tu próxima visita
Si los resultados de estas pruebas informan de que tu bebé puede parecer alguna anomalía genética o los resultados son dudosos, es muy probable que tu ginecólogo decida llevar a cabo una biopsia corial, una prueba que consiste en el análisis de las vellosidades coriales. Estas vellosidades, que también se llaman barrera placentaria, son las que separan la sangre materna de la fetal y el lugar en el que se produce el intercambio de nutrientes, oxígeno y dióxido de carbono.
Esta prueba es invasiva y puede realizarse de dos formas, o bien por vía vaginal o atravesando el abdomen mediante una punción. Al extraer información de estas vellosidades se puede complementar la información obtenida por otras pruebas.
Tu entorno
Hasta la semana 10 de embarazo no es posible saber si el bebé padece ciertas anomalías genéticas, cuya variedad puede oscilar desde leves hasta muy graves. Es normal que la madre esté algo más nerviosa de lo habitual o que tenga cambios de humor más acentuados en estos días, hasta que se hayan llevado a cabo todas las pruebas y tengáis los resultados. A partir de esta semana, se reduce mucho el riesgo de que el bebé desarrolle cualquier tipo de anomalía congénita y la futura mamá podrá relajarse un poco.
También es esta semana la que eligen muchas mamás para anunciar su embarazo, cuando el primer trimestre va acercándose a su fin y el riesgo de aborto espontáneo se va reduciendo. ¡Sin duda, esta semana es muy intensa emocionalmente!
Puntos clave
- El bebé ya mide unos 3 centímetros y las bases de todos sus sistemas orgánicos ya se han formado.
- La fatiga puede ser más intensa en estos días: procura mantener una buena rutina de descanso.
- En esta semana te harán las pruebas para detectar posibles anomalías genéticas en tu bebé.
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